Xalapa, Ver.- El ambulantaje crece de manera acelerada en Xalapa ocupando prácticamente todas las zonas de la ciudad. Comida, frutas, verduras, ropa, juguetes, celulares y discos “pirata” son algunos de los productos que se pueden adquirir en calles a vendedores ambulantes que a través de negocios improvisados, sobre ruedas, semifijos o fijos realizan actividades económicas "fuera de la ley".
Aunque de acuerdo con la autoridad municipal, el Ayuntamiento de Xalapa, sólo reciben recursos de 250 vendedores ambulantes, lo cierto es que cada vez es más común encontrar a hombres y mujeres que venden diversos productos en las calles. Las organizaciones en las que se encuentran integrados estos vendedores dan cuenta de que existen cerca de 15 mil vendedores informales en la capital del estado.
Se trata de comerciantes como carretilleros que venden fruta u otro tipo de alimento, carritos de comida preparada, personas vendiendo muebles en camionetas, las tradicionales "marchantas", así como vendedores organizados en tianguis o mercados. Muchos de estos comerciantes son provenientes de otros municipios veracruzanos e incluso de estados como Puebla, Oaxaca y Chiapas.
LLENO DE AMBULANTES
El centro de la ciudad es uno de los puntos en los que más se puede observar la presencia de comerciantes ambulantes. En calles como Lucio, Revolución, Clavijero, Carrillo Puerto, Juárez, Altamirano, Poeta, Enríquez y Xalapeños Ilustres es común ver la presencia de vendedores de ropa, cinturones, esquites, frutas, nieves, verduras, discos, películas o artículos de novedad.
De acuerdo con el presidente de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) en Xalapa, Gerardo Libreros Cobos, el número de ambulantes en el primer cuadro de la ciudad se ha incrementado considerablemente ocasionando pérdidas económicas y una competencia desleal a los negocios establecidos que cumplen con sus obligaciones fiscales y que además pagan renta y servicios en sus locales.
"Nosotros traemos las cosas de Puebla, pero ya estamos asentados aquí. Lo que pedimos es que nos dejen trabajar aunque tengamos que pagar las cuotas al Ayuntamiento porque es nuestra fuente de ingresos, aseguró Pablo Suárez, comerciante "carretillero". El vendedor señaló que ellos no representan una competencia desleal para los demás negocios establecidos en el centro, ya que ofrecen productos distintos. "Nosotros por ejemplo traemos fresas o frutas de temporada barata que nadie más vende", justificó.
INVASIÓN DE ESPACIOS
El comercio ambulante y semifijo también invade zonas y espacios públicos dificultando y hasta obstruyendo el paso en espacios como la zona de Los Sauces o los alrededores de la clínica del IMSS en Lomas del Estadio. De acuerdo con comerciantes de este último punto, ellos están en la disposición de atender los ordenamientos que haga la autoridad siempre y cuando se lo soliciten.
"Aquí tenemos una antigüedad de 30 años, así que no creemos que nos quieran reubicar. Nosotros estamos dispuestos a apoyar en todo lo que el Ayuntamiento nos pida y si nos piden despejar las banquetas o hacernos más para atrás lo hacemos, lo que queremos es obedecer", señaló Leticia Morales Cid, vendedora de jugos.
En las afueras de los mercados y plazas comerciales el ambulantaje también está presente. Basta con recorrer los alrededores de plazas como Crystal para notar la presencia de estos comerciantes, quienes incluso invaden las banquetas y puentes peatonales con sus negocios que en muchas ocasiones ya son fijos o semifijos, aunque no cuentan con permisos para hacerlo.
Pese a existir espacios destinados para la venta, los alrededores de los mercados Jáuregui, Los Sauces, Galeana, Rendón y La Rotonda se encuentran invadidos de comerciantes que desde hace años e incluso décadas llegan diariamente para ofrecer sus productos.
Rafael Gómez Mejía, comerciante de Xico, lleva 28 años establecido en una de las calles aledañas al mercado Los Sauces, donde diariamente vende nopales, epazote, cilantro, semillas y algunas verduras. Asegura que aunque las ventas en este lugar son aceptables, está consciente de que invade la calle, por lo que aceptaría la reubicación en caso de que el Ayuntamiento se los plantee.
"Nosotros estamos dispuestos a quitarnos y dejar limpias las calles, pero lo que pedimos es que nos den un lugar donde se pueda vender y que no nos vayan a querer arrinconar en algún lado porque no tiene caso", señaló. El comerciante indicó que aunque está dispuesto a pagar una cuota por vender en las calles, ésta no debe ser muy alta, ya que cada día se vende menos.
CREAR ACUERDOS
El director de Desarrollo Económico del Ayuntamiento de Xalapa, Alejandro Saldaña Rosas, aseguró que el crecimiento del ambulantaje y el comercio formal en el municipio es el resultado de la falta de oportunidades económicas y laborales de la región. Aclaró que se trata de una tendencia nacional, por lo que desde el municipio las herramientas y políticas públicas para transformar esta situación son limitadas.
“Es muy complicado pretender que en cuatro años vamos a resolver el tema de la informalidad, sería absurdo decir que lo vamos a hacer; pero lo que sí podemos hacer es buscar mejores acuerdos para que la gente del comercio establecido opere en mejores términos y que las vialidades estén más libres”, dijo.
Saldaña Rosas reconoció que existe poco entendimiento de este tipo de comercio y poco respeto para la dignidad de los comerciantes informales al grado de que incluso no se tiene una definición clara, por lo que es fundamental llevar a cabo una reconceptualización de esta economía popular para ir colocando las categorías adecuadas.
“Todo aquel comercio que no tenga un registro formal está en la informalidad, esa es la primera gran caracterización y a partir de ahí hay que entrar a una reconceptualización de quiénes son fijos, semifijos (…) No es lo mismo el carretillero que hace las veces de un punto de venta, que alguien que tiene una caseta que está en una suerte de semiinformalidad”, indicó.
Añadió que será a partir de estas clasificaciones que se determinen también los cobros que tendrán que realizar estos comerciantes por el espacio público que utilizarían, sin embargo reiteró que es necesario que se avance en métodos de cobros transparentes y eficientes que permitan una recaudación que vaya directa a las arcas del Ayuntamiento.
El funcionario municipal aseguró que aunque es fundamental que los comerciantes ambulantes respeten ciertas zonas de la ciudad que deben estar libres de vendedores, hay otras en las que se puede regular el número de comercios y el tipo de productos. “Hay que ir creando los acuerdos que sean benéficos para todas las partes (…) Lo que se ha hecho en otras ciudades es ir haciendo círculos y radiales”.
AMBULANTES AFUERA DE ESCUELAS
El comercio ambulante se hace presente todos los días en las escuelas de educación básica de Xalapa. Chicharrones, palomitas, chicles, dulces, chocolates, galletas, helados, papas fritas y refrescos, entre otros alimentos chatarra, es lo que venden quienes se instalan fuera de las escuelas.
Es difícil retirarlos de lugar porque en ocasiones son violentos, porque están afiliados a organizaciones de comerciantes o tienen permisos del Ayuntamiento, aseguran padres de familia.
Según padres de familia hay quienes llevan un carrito a la hora de la salida con varios productos y en más o menos 15 minutos venden la mayor parte de lo que llevan a los pequeños consumidores: “Siempre se hacen presentes con productos que saben que gustan mucho a los niños y que les van a generar dividendos”.
Una fuente de la Secretaría de Educación de Veracruz, que solicitó el anonimato, informó que la presencia de comerciantes ambulantes fuera de las escuelas es competencia de las autoridades municipales, “porque esos comerciantes laboran fuera de los centros educativos para obtener un ingreso y en ese caso la SEV no puede intervenir aunque sí puede recomendar a los padres de familia y maestros qué hacer”.
En varios casos, refirió la fuente, se recomienda a las asociaciones de padres de familia solicitar a las autoridades locales dialogar con los comerciantes informales para que éstos se retiren.
También recomendó “sugerir a los papás no comprar ningún producto a esos comerciantes; si un ejercicio como éste se realiza, los comerciantes se retiran de manera inmediata al advertir que la población escolar de determinada institución educativa no les genera ingresos”.
PADRES ESTIMULAN COMPRANDO
En el tema del comercio informal no solamente la autoridad es la que debe regular, también los ciudadanos pueden hacerlo: “Hay ciudadanos que a los comerciantes informales les ponen un límite para ocupar espacios, no les permiten ocupar los lugares en donde estacionan sus autos o las entradas en sus casas, con esas acción esos ciudadanos están regulando”, dijo Consuelo Ocampo Cano, titular de la comisión edilicia de Comercio del Ayuntamiento de Xalapa.
Los informales afuera de escuelas son regulados por las autoridades municipales, pero también los padres de familia pueden regularlos. “Si los papás compran chácharas y productos que no son adecuados para la alimentación de sus hijos, no están atendiendo las recomendaciones de los médicos ni de la escuela de no dar comida chatarra a los niños, por ello se hacen presentes los comerciantes informales afuera de las escuelas”, señaló.