El robo de gas LP ha dejado pérdidas mayores a los 40 millones de pesos en los últimos meses. De acuerdo con Octavio Pérez Salazar, presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Gas Licuado y Empresas Conexas (Amexgas), la zona en la que más se da este ilícito es el denominado “triángulo rojo”, en donde no sólo se perpetúa el robo de gasolinas, sino también se expande el mercado negro de gas.
En conferencia de prensa, Pérez Salazar explicó que se pierden casi dos mil 285 toneladas, equivalente a 15% del mercado de esta zona.
Pero no sólo el robo afecta a este sector, sino también el tráfico y distribución pirata de este combustible, que es repartido a consumidores a través de pipas.
“Los riesgos asociados a esta actividad ilícita son graves, no sólo porque la mayor parte del energético que se distribuye es robado, sino también, porque se vende en condiciones que no cumplen los estándares mínimos de seguridad requeridos, en pipas que no cuentan con los elementos se seguridad y no cumplen con la normatividad aplicable en la materia", dijo el directivo de la asociación.
Amexgas reporta que el crimen ha aumentado y se ha sofisticado tanto que además de robar más de 200 unidades, el crimen organizado ha construido sus propias pipas y sus propias marcas.
Pero el problema no sólo es de tres estados, para Octavio Pérez Salazar, el “círculo rojo” ya llegó a Hidalgo, Tamaulipas, Nuevo León y la Zona Metropolitana de la Ciudad de México, lo que ya constituye un problema a nivel nacional.
“En estos estados se ha vuelto más importante el robo de combustible que el narcotráfico en términos económicos”, dijo el líder de la Amexgas.
De acuerdo con el Reporte de tomas clandestinas del primer trimestre del año, se registraron tres mil 691 tomas clandestinas de combustibles en el país.
Esto, en su opinión además de poner en riesgo miles de fuentes de trabajo, también coloca los principios de la reforma energética en peligro, debido a la apertura de mercado que se propuso. Este crimen creció luego de que Pemex cerró el transporte de gasolina por el ducto que cruza por Veracruz, Puebla y Tlaxcala.