La diputada local, Anilú Ingram Vallines presentó una iniciativa de reforma, con la cual se busca que el Estado desarrolle y aplique políticas públicas para asegurar el acceso de niñas, jóvenes y mujeres a la educación en el medio rural.
Ante la Diputación Permanente presentó la propuesta de adición al capítulo IX, sobre el acceso de la mujer rural a la educación, que comprende el artículo 24, a la Ley para el Desarrollo, Equidad y Empoderamiento de la Mujer Rural Veracruzana.
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Explicó que con dicha propuesta se busca fomentar la igualdad sustantiva y empoderamiento de la mujer rural, como medio para el desarrollo integral y sustentable de este sector.
Para lo anterior, dijo, se propone promover y difundir entre las mujeres sus derechos económicos, sociales, culturales, ambientales, civiles y políticos por medio del sistema educativo de las comunidades.
“Se tendrá que instituir dentro del sistema educativo una cultura de paz y no violencia por razón de género contra la mujer; concientizar sobre el valor pluricultural e intercultural de las zonas rurales en el Estado e incluir la participación activa de las mujeres jóvenes y adultas en las actividades rurales para incidir en las mismas, así como proponer estrategias innovadoras para el desarrollo integral de las comunidades rurales”, expuso.
Refirió que, además, se deben crear programas que apoyen y fomenten la formación académica de las mujeres, jóvenes y adultas, en la educación técnica y profesional sobre las actividades del campo como: prácticas agrícolas sostenibles, producción agropecuaria y de acuacultura, salud animal, mejora de crías, prácticas artesanales, con el propósito de poner fin a todas las formas de desigualdad social, educativa y económica contra las mujeres en las zonas rurales.
En otro de los puntos incluidos se indica que se deben establecer programas para reducir la participación de las mujeres rurales en trabajos asistenciales no remunerados, que constituyen un obstáculo para la asistencia escolar.
Por ello, se tendrá que proteger a niñas y jóvenes de la explotación laboral, el matrimonio forzado o infantil, o la violencia por razón de género, la discriminación y el abuso sexual.
También se tienen que dar facilidades a las mujeres durante el embarazo y apoyarlas para retomar sus estudios tras el parto, procurar que durante el proceso de gestación se respete y garantice su acceso a la educación; así como dotar a las escuelas en el medio rural de instalaciones dignas y los suministros esenciales para su correcto funcionamiento.
De la misma forma, se deberá ofrecer educación sobre la higiene y proporcionar a las jóvenes los productos de limpieza dentro de las escuelas para la higiene menstrual, prestando especial atención a las niñas y las jóvenes con discapacidad e implementar programas de alfabetización para las mujeres, niñas y jóvenes en las zonas rurales.