Repartidores de esta capital se manifestaron frente a Palacio de Gobierno tras señalar que, según ellos, a causa de negligencia y la falta de espacios en hospitales uno de sus compañeros falleció el pasado sábado, sin que se le otorgara atención médica. El joven que murió se llamaba Lennin, contaba con 17 años y fue arrollado por un automovilista que lo abandonó malherido en la avenida Rébsamen, cerca de las oficinas de la Subdirección de Gestión Integral de Residuos Sólidos municipal, la noche del sábado.
Según sus compañeros, herido de gravedad fue atendido por paramédicos, que recorrieron seis hospitales, entre públicos y privados, sin que lo recibieran. Rubén de Jesús García, uno de los manifestantes, abundó que en dos clínicas privadas lo aceptaban, pero que les cobraban 80 mil pesos diarios, tras sostenerles que al joven le habían diagnosticado coronavirus y que por ello requería oxígeno y una atención más especializada; "simplemente lo dejaron morir".
Insistió en que Lennin falleció sin que haya sido recibido en algún hospital, por lo que desde su punto de vista hubo negligencia de parte del sector salud, además de que "lo señalaron sin razón de padecer coronavirus".
Dijeron que es necesario que el gobierno de Veracruz disponga de espacios hospitalarios para pacientes que requieran atención médica por causas ajenas al coronavirus, pues actualmente las unidades médicas de segundo nivel se encuentran saturadas.
Lennin trabajaba como repartidor de comida y su deceso ha causado la indignación de sus compañeros, quienes ahora exigen a las autoridades que otorguen una indemnización a sus familiares. Durante la protesta los repartidores accionaron el claxon y aceleraron sus motocicletas para llamar la atención, además de que levantaron pancartas.