La Conferencia Del Episcopado Mexicano (CEM) lamentó la decisión tomada desde el Congreso del Estado de Veracruz respecto al aborto en la entidad por considerar que esta constituye “una grave injusticia” que permite cometer un mal inaceptable en contra de otro ser humano en su etapa más vulnerable y cuando requiere mayor protección junto con su madre.
A través de un comunicado Jesús José Herrera Quiñones, Obispo de Nuevo Casas Grandes, Chihuahua y responsable de la Dimensión Episcopal de Vida de la CEM aseguró que los legisladores veracruzanos que respaldaron el dictamen no prestaron atención a los motivos que orillan a una madre embarazada a considerar el aborto ya que esta práctica “no soluciona ninguno de los problemas de las madres que están gestando, y solo las convierte en madres de un hijo muerto”.
El obispo aseguró además que, desde una perspectiva de la promoción plena de la dignidad humana, la acción permisiva del aborto deja de lado las inquietudes más apremiantes de la sociedad, relacionadas sobre todo con la inseguridad que se sufre en numerosas zonas del país, con la atención de las necesidades de salud de los ciudadanos, con la urgencia que padecen millones de familias por encontrar empleo y con la preparación de la reanudación de la actividad en las escuelas.
Por ello, manifestó su respaldo y unión a las acciones de los obispos y fieles en el estado de Veracruz “hasta garantizar plenamente la protección jurídica de la vida de todo ser humano antes y después de nacer por igual, sin discriminarlo por su grado de desarrollo”. “Desde la dimensión episcopal de la pastoral para la vida alzamos la voz y nos sumamos a la preocupación de los obispos y de los fieles católicos de la provincia eclesiástica de Xalapa”.