Xalapa, Ver.-La Arquidiócesis de Xalapa señala que actualmente se hace uso de la nueva trinidad: “placer-poder-tener”, con la que se piensa que se van a transformar y resolver todas las problemáticas sociales, económicas y políticas que nos aquejan hoy en día.

El director de Comunicación Social de la Arquidiócesis, Juan Beristain de los Santos indica que este pensamiento intenta reducir todo lo bueno, verdadero y bello de la existencia a la falsedad de proyectos contrarios a vida, y al engaño con falsas promesas irrealizables que aparentan éxitos y ocultan fragilidades.

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Asimismo, dijo, este pensamiento lleva a la narrativa propagandística que no comunica, a la injusticia con los débiles que claman justicia, al utilitarismo feroz que descarta al ser humano, a la deshonesta ganancia desmedida del marcado absoluto, al abuso de los más necesitados, a la lógica del engaño sistemático y de la división cotidiana de la comunidad civil.

¿Qué propone la iglesia católica para tener una sociedad sin tantos problemas?

"Es necesario considerar la propuesta de volver al encuentro de una vida espiritual desde Cristo que nos permita sentirnos una verdadera comunidad queafronte todos los desafíos y problemáticas desde una perspectiva del bien y un progreso que implique la responsabilidad de todos en proyectos realizables a corto, mediano y largo plazo", expone.

Refirió que actualmente la imagen que presenta cualquier página de los evangelios es muy llamativa porque son los pobres y excluidos los grandes modelos de la relación con Cristo.

"Ellos atestiguan ardientemente la actitud confiada que debe tener todo aquel que se encuentra con Jesucristo: La contundencia con Él es decisiva", expresa.

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Manifesta que Cristo le cambia la vida para siempre al que se encuentra con él, "esta actitud es una apuesta en la que todo se juega o todo se pierde. Esta actitud confiada contrasta hoy con lo que estamos viviendo en nuestra sociedad y cultura veracruzanas".

Ante ello, pide a las personas dejarse sorprender por Dios, "acogiendo la vida no como un acontecimiento inesperado del cual defenderse, sino como un misterio que esconde, en el corazón de todos los ciudadanos, la fuente de la verdadera alegría y de la auténtica salvación".