Hipólito Reyes Larios, arzobispo de Xalapa, afirmó que es necesario aceptar a las personas que conviven en la comunidad y que todo el que hace el bien está del lado de Dios y de Jesucristo.
Durante su homilía cuestionó a los fieles que se congregaron en Catedral qué tan abiertos son con los migrantes de Centroamérica. “Generalmente no los atendemos muy bien ni nosotros ni las autoridades, porque los vemos más negritos sandía que nosotros y los albergues no son suficientes para atenderlos, además sabemos que hay mucho abuso de la autoridad y nada hacemos contra eso”.
Indicó que así como se exige que a los migrantes mexicanos se les trate bien en Estados Unidos, así también aquí se debe tratar bien a los migrantes centroamericanos.
Dijo que otro caso de personas que es necesario aceptar es el de los hermanos que son de otras religiones, que en ocasiones son muy proselitistas y por ello andan por todos lados. “Podemos decir que todo el que anuncia a Jesucristo está haciendo la misma tarea, la misma misión que los católicos. Yo tengo más preocupación por los que no creen en nada. Si los hermanos evangélicos, por ejemplo, están anunciando a Jesucristo y las personas se convierten y cambian su vida qué bueno. Bendito sea Dios que están logrando eso y no que sean gente lejana, distante, o católicos que nunca se presentan a misa, sino que empiecen a creer más en Dios. No podemos considerar a los evangélicos o a los hermanos de otras religiones como enemigos, más bien están colaborando en la obra de Dios a su modo”, refirió.
Hipólito Reyes indicó que el tercer caso de personas que hay que aceptar son los grupos lésbico-gay. “Sabemos que son personas a las que tenemos que reconocer porque la dignidad de la persona es para todo hombre y mujer cualquiera que sea su tendencia, tenemos que respetar la dignidad humana; si somos católicos y creyentes hay que respetar que son hijos de Dios, tenemos que reconocerlos como hermanos y si no son creyentes por lo menos que tengan un código de conducta”, refirió.
El arzobispo de Xalapa expresó que cuando las conductas son violentas o escandalosas entonces las personas que sean lésbico-gay o heterosexuales caen en lo que está mal y ello no tiene vuelta de hoja y es necesario decirlo con claridad.