En 2022, el 16.3 por ciento de la población infantil y adolescente, de 5 a 17 años, se vio obligada a trabajar en Veracruz. De este porcentaje, el 8.7 por ciento participó en ocupaciones prohibidas, mientras otro 8.7 por ciento realizó labores domésticas en condiciones precarias.
Estas cifras son el reflejo de una tendencia creciente que sitúa a Veracruz como el noveno estado con mayor incidencia de trabajo infantil en México, tras Guerrero, Chiapas, Nayarit, Oaxaca, Michoacán, Puebla, Colima y Zacatecas.
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¿Cuánto ha aumentado la tasa de trabajo infantil?
Según datos de la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil (ENTI) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la tasa de trabajo infantil en Veracruz ha aumentado en 3.2 puntos porcentuales, pasando de un 13.1 por ciento en 2019 a un preocupante 16.3 por ciento en 2022.
De este 16.3 por ciento, el 8.7 por ciento de los niños y adolescentes veracruzanos se involucraron en ocupaciones no permitidas. Estas incluyeron labores agrícolas, ganaderas, forestales, pesca, minería, construcción, e industria, así como trabajos como comerciantes o empleados de ventas.
Es especialmente preocupante que el 8.0 por ciento de estos niños realizara actividades consideradas peligrosas, incluyendo sectores como agricultura, construcción, minería e industria química.
El INEGI enfatiza que la erradicación del trabajo infantil en sectores peligrosos debe ser una prioridad absoluta para las políticas públicas.
Además, el informe nacional destaca que en trabajo infantil dedicado al quehacer doméstico en condiciones no adecuadas en Veracruz tuvo un incremento de 5.8 a 8.7 por ciento, entre el 2019 y 2022. Con ello, el estado de Veracruz ocupa el octavo lugar en el país.
En otras palabras, durante 2022, en Veracruz más niñas, niños y adolescentes se encontraron ocupados en sectores de actividad y ocupaciones peligrosas, actividades en exposición a riesgos, lugares de trabajo no apropiados, actividades que afectan su salud, jornadas no apropiadas y horarios prolongados.
¿Qué causa este aumento del trabajo infantil?
Según la ENTI, las familias que recurren al trabajo infantil enfrentan problemas graves, como precios elevados de alimentos (62.3 por ciento), enfermedades graves o accidentes familiares (18.8 por ciento), pérdida de ingresos por trabajo (13.9 por ciento), inseguridad delictiva o violencia (7.6 por ciento), y la muerte de un sostén familiar (5.7 por ciento).
Además, el 31.5 por ciento de los niños trabaja por gusto o para ayudar, el 22.7 por ciento lo hace para pagar su educación o gastos personales, mientras el 11.4 por ciento aporta económicamente al hogar.
Entre las consecuencias para el niño o la niña en caso de que dejara de trabajar, destaca que no tendría dinero para sus gastos o diversión (23.0 por ciento), no tendría dinero para vestirse o calzarse (22.2 por ciento) y no aprendería un oficio (12.2 por ciento).
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¿Cuál es el panorama nacional?
A nivel nacional, 3.7 millones de niños y adolescentes, representando el 13.1 por ciento de la población de 5 a 17 años (28.4 millones), participaron en actividades laborales en 2022.
De estos, 1.8 millones (6.4 por ciento) se involucraron en ocupaciones prohibidas, 1.6 millones (5.6 por ciento) realizaron exclusivamente quehaceres domésticos en condiciones inadecuadas, y 318 mil combinaron ambas prácticas.
El 71.9 por ciento de los niños en ocupaciones prohibidas eran varones, mientras el 57.5 por ciento de ellos realizaba tareas que afectaban su salud y desarrollo, como cargar objetos pesados. Además, 42.9 por ciento estaba expuesto a riesgos y 10.6 por ciento trabajaba en jornadas inapropiadas, incluyendo turnos nocturnos