COATZACOALCOS, Ver.- Luego del ataque armado en el bar “Caballo Blanco” y saberse que ahí se encontraban trabajando jóvenes como bailarinas, familiares de mujeres que han desaparecido en la entidad acudieron al Centro Integral de Justicia de Coatzacoalcos.
En medio de la tragedia que enlutó al sur del estado, estas personas tenían la esperanza de que entre las víctimas mortales se encontraran sus hijas, madres, hermanas o esposas. Llegaron al lugar preguntando si había algún cuerpo sin identificar y pedían la oportunidad de verlo para agotar la posibilidad de que fuera el cuerpo que buscan. Sin embargo, esto no ocurrió, ya que todas las víctimas fueron reconocidas.
“Hay personas que cuando ven este tipo de hechos llegan porque en algunas ocasiones habían presentado su denuncia por desaparición y esperan que dentro de los cuerpos estén sus familiares. Creen que podrían estar involucradas directa o indirectamente en este tipo de hechos”, señaló Lenit Enríquez Orozco, representante del colectivo Madres en Busca Coatzacoalcos.
La mujer, que busca a su hermano Jhonit Enríquez Orozco desaparecido desde 2015, detalló que una de las sospechas que tienen los familiares de personas desaparecidas, sobretodo de mujeres, es que éstas hayan sido cooptadas por delincuencia organizada y estén siendo obligadas a trabajar en estos lugares. Por ello, al saber de ataques a bares y centros nocturnos se movilizan para corroborar que no estén entre las víctimas.
En ese panorama, Lenit Enríquez dio a conocer que la cifra de personas desaparecidas en Coatzacoalcos continúa subiendo. Detalló que tan sólo en este colectivo, unas 30 familias buscan a alguna persona desaparecida y en la mayoría de los casos no hay ningún rastro. “Yo busco a mi hermano sin ningún rastro de él, pero todos buscamos a alguien y cada día son más las denuncias por desaparición. Los tiroteos y la violencia es algo que se vive aquí”, concluyó.