Veracruz, Ver.- Para el Obispo de Veracruz, Carlos Briseño Arch, la ausencia de Dios y de valores en las familias, ha sido la consecuencia del aumento de casos de violencia contra las mujeres.
Esto al referirse al caso de Monserrat Bendimes, la joven que murió en días pasados días a consecuencia de la golpiza que le propinó su novio Marlon “N”.
“La familia ha olvidado la presencia de Dios en su vida y al olvidar esa presencia de Dios en su vida, pues olvida el hombre que no puede irse sobre si mismo o hacer cosas que le hacen daño y hacer daño a los demás, incluso hasta matar. Entonces es una consecuencia de la falta de valores y de Dios que nos impulsa no al mal, no a la agresión al contrario al amor y a la solidaridad con los demás”, manifestó.
El prelado enfatizó que no hay que responsabilizar al confinamiento de lo anterior, no obstante las redes sociales también han contribuido.
“Ya no se puede poner de pretexto el confinamiento, pues no estamos completamente cerrados, de alguna manera pues ya hacemos actividades poco a poco, entonces yo creo que hay cambiar nuestro chip. Incluso aun estando confinado si uno hace ejercicio, realiza actividades de convivencia y no se deja guiar porque también las redes sociales nos pueden negativizar”.
Briseño Arch, fue enfático en que no se puede generalizar ni decir que todo es malo en las redes, no obstante, lo importante es que las familias deben ayudar a los jóvenes a tener un criterio discernimiento a fin de que puedan desechar lo que los destruye.
Cuestionado también sobre el acto de rapiña registrado la semana pasada, luego de que un tráiler cargado con azúcar, se volcara sobre la autopista Veracruz-Cardel, el ministro de la iglesia católica dijo que el robo no debe justificarse bajo ninguna circunstancia.
“Nunca es justificable lo que no es tuyo, es un mandamiento, no tomarás lo que no es tuyo. Imagínense si justificamos que sea justo el que robe, entonces todos estamos expuesto a que nos roben y no pase nada, eso está mal por todos lados que se vea. Si hay necesidad siempre habrá alguien que los ayude”.
El prelado recordó que el robo es un delito y peor cuando los mismos padres envían a los niños a cometerlo, finalizó.