El compromiso de esta administración es realizar obra de calidad, pero también respetar la nueva normatividad para disponer de mejores espacios públicos y garantizar el derecho ciudadano a la movilidad, seguridad y accesibilidad, afirmó el director de Obras Públicas, Guillermo Ávila Devezze.
El funcionario expuso que si bien es necesario lograr la aceptación social de proyectos y obras también debe existir una conciliación entre lo que la sociedad quiere y los factores técnicos, financieros y normativos.
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La población, dijo, debe entender que la construcción de una obra se tiene que hacer con su colaboración y atendiendo a sus solicitudes, siempre y cuando ello no contravenga disposiciones como las establecidas en la Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) o la NOM-001 de Sedatu, publicada en el Diario Oficial de la Federación.
Estos ordenamientos obligan a adecuar la obra hacia aspectos de accesibilidad y movilidad y establecen algunos elementos para garantizar que, por ejemplo, las banquetas no tengan menos de 1.20 metros de ancho, o que los servicios de electrificación sean subterráneos en algunos de los casos.
La ejecución de la obra, reiteró, no siempre se puede modificar a partir de una petición ciudadana, hay que considerar múltiples factores como las normas o requerimientos de los organismos fiscalizadores.
Finalmente, destacó que la construcción de la obra no termina con su inauguración. Con este acto nace su vida útil, pero cómo se utilice y conserve en términos de limpieza, control de la vegetación o mantenimiento también es parte de tener una obra pública eficiente, funcional y de calidad.