Los accidentes que ocurren en las calles o banquetas de la ciudad pueden tener varios factores, una es la falta de precaución de las personas al caminar que no se puede dejar de lado, pero también está la propia infraestructura peatonal en la ciudad que presenta deficiencias, señalan especialistas.
Luego de que en las últimas semanas, peatones han sufrido caídas en esta calle que han tenido como resultado lesiones, arquitectos señalaron la necesidad de darles mantenimiento ya que se trata de calles con mucha antigüedad y muy transitadas por lo que la superficie de las banquetas se vuelven cada vez más lisas.
Hace poco más de un año, en agosto del 2023, el alcalde de Xalapa, Ricardo Ahued Bardahuil dio a conocer se había entablado diálogo con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) con el fin de realizar un cambio en las banquetas de las calles Revolución y Lucio para minimizar el riesgo para peatones sobre todo en temporada de lluvias. Sin embargo, aunque Lucio ya fue remodelada, las banquetas de Revolución, en el tramo de Enríquez a Juárez siguen sin ser intervenidas.
Cabe recordar que desde 1990, hay parte en el centro de Xalapa que se declaró zona federal de monumentos y la calle de Revolución está dentro de ella por lo que todo lo que suceda dentro de este polígono, debe tener la opinión del INAH
Hay cuestiones de infraestructura que deben mejorar
Cuestionado sobre los incidentes que ocurren con regularidad en la calle Revolución en el centro de Xalapa, Arturo Velázquez Ruiz, académico de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Veracruzana (UV) dijo que la banqueta tiene muchos años, por lo que el propio deterioro puede estar generándolos, lo que además evidencia que es infraestructura que puede mejorarse.
“En el caso particular de Revolución, por ejemplo, es una banqueta que ya tiene muchos años de existencia, entonces el mismo paso de las personas va hasta cierto punto limando la superficie y la vuelve más lisa y propicia que cuando llueve se pueda resbalar uno. Entonces sí hay cuestiones de la infraestructura que se pueden mejorar”.
En entrevista, el catedrático universitario remarcó que en las ciudades en México se presta mucha atención al mantenimiento de la superficie donde pasan los autos, al arroyo vehicular, pero muy poca al mantenimiento de las banquetas, de las aceras.
“Y entonces las personas tenemos que ir sorteando un montón de obstáculos que hay, postes, cabinas de teléfono, los registros, hoyos, etc. entonces es muy difícil a veces caminar por las mismas, por esa situación”.
Por ello, explicó, en lugares como la Ciudad de México, han implementado programas de mejoramiento de aceras con lo que además de arreglar los baches en el arroyo vehicular, también hay programas en sustitución paulatina de aceras. Incluso dijo que hace cerca de un año, la Secretaría de Desarrollo Agrario y Territorio Urbano (SEDATU) emitió por primera vez una Norma Oficial Mexicana para vialidades urbanas.
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“Las carreteras en México se construyen todas igualitas, porque hay una norma oficial para construir carreteras, pero no había nada para calles. Y esta es la primera vez en el país que tenemos una norma que nos dice cómo deben de ser las calles, incluyendo las banquetas, qué características de calidad, de dimensiones y demás se deberían de observar por parte de los ayuntamientos para provocar menos accidentes y que las personas puedan circular con mayor comodidad en las mismas”.
Y es que, expuso que no es poco común, dijo, que haya alcantarillas destapadas, partes en donde la banqueta o la guarnición está fracturada, fugas de agua que también generan algunos hoyos o mojan la superficie y la hacen resbalosa.
Accidentes en la calle Revolución en Xalapa
Al respecto, el arquitecto José Antonio Ochoa profesor de la Facultad de Arquitectura de la UV dijo que los accidentes que se han registrado en la calle Revolución puede deberse a diversos factores como la inclinación, el desgaste de la misma vía o alguna condicionante física de la persona que la camina.
Incluso señaló que como una solución para las personas con alguna condición que ponga en riesgo su estabilidad se pudiera pensar en un barandal o un pasamanos para que la gente que transite por ahí lo haga con más calma y seguridad.
Refirió que en el caso de la calle Clavijero, que también tiene una inclinación, se aplicaron recubrimientos antiderrapantes que dan cierta confianza al peatón.
“Quizás tener un recubrimiento que no esté tan liso, que le dé certeza al caminar a la gente en caso de que la inclinación sea muy pronunciada, a lo mejor alguna ayuda para personas con alguna condición que ponga en riesgo su estabilidad pues un barandal, un pasamanos que pueda hacer que la gente transite ahí con más calma”.
Explicó que cuando se hace un proyecto, para que sea avalado por el INAH se tiene que mandar de manera integral considerando cómo se va a resolver cierta situación, pero sin afectar la imagen del sitio.
Expuso que la ciudad tiene una topografía accidentada no solo en el centro sino en la periferia por lo que, lo que se debe buscar es poner las herramientas para que la gente se sienta segura al transitar.
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“La ciudad desde su origen hasta la fecha, su topografía es accidentada y no nada más el centro, ve a colonias que están por la Ébano, es una zona accidentada, después de San Bruno, también las construcciones y la zona es muy accidentada porque la topografía natural de la ciudad, entonces, claro que hay muchas realidades que pueden tener un nivel dependiente que pueda ocasionar este tipo de situaciones ¿qué hay que hacer? Pues ponerlas en los elementos o las herramientas para que la gente se sienta segura al transitar”.