Se cerró el ciclo del bar Santos Kitsch, que tras 12 años con muchos sentimientos encontrados bajó las cortinas. Este negocio no logró recuperarse de los daños económicos que le causaron los trabajos de la calle Santos Degollado y el cambio en la vida nocturna de esta capital, explica el propietario Jesús Enrique Herrera.
Remarca que los trabajos de rehabilitación le quitaron clientela durante varios meses y ese tema fue un golpe financiero del que no logró recuperarse.
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Subraya que considera que se cierra un ciclo de un sitio emblemático, ubicado en la zona centro de la ciudad.
Precisa que con el cierre definitivo de este bar “se dijo adiós” a toda una generación de jóvenes tanto locales como foráneos “que vivieron noches espectaculares de forma divertida en este establecimiento”.
El propietario asegura que este negocio era el lugar de reunión de numerosos jóvenes que convivían de forma sana y el ejemplo de ello, dijo, es que nunca tuvieron una clausura por violar reglamentos municipales. “Siempre se logró tener un negocio que respetará los lineamientos”.
“Recuerdo que en alguna ocasión se publicó en la portada de Diario de Xalapa que se podía tomar por poco dinero y eso nos trajo mucha más clientela. Anunciamos que a quien trajera una edición de este periódico no se le cobrarían los tragos. Entonces ese día muchos buscaron como locos el periódico y tuvimos filas de clientes con un ejemplar para aprovechar la promoción”.
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Remarcó que siempre fue un lugar sano y seguro, nunca tuvieron problemas de inseguridad, ni con la autoridad. “Siempre tuvimos asistencia en los mejores años, pero vino la obra y nos pegó”.
En su opinión la vida comercial de la zona centro de la capital se está muriendo, “desafortunadamente todos los centros de diversión se fueron a la zona de Emiliano Zapata y eso afectó a mi negocio en los últimos meses”.
Indicó que los establecimientos no tienen el apoyo de las autoridades para tratar de revivir la zona comercial y de diversión en la zona del centro de Xalapa, “ya quedan pocos lugares”.
Agrega que hace tiempo había numerosos negocios de este ramo en la zona de Los Tecajetes o el Callejón del Diamante, pero ya no existen y eso muestra los cambios que hay en la vida nocturna en la capital.
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Jesús Enrique apunta que cierra y lo hace con la nostalgia de no poder seguir con un sueño que inició en julio de 2012 y que cerró este 3 de agosto de 2024.