Como desde hace más de tres décadas la comunidad parroquial de San Bruno festejó este domingo a su santo patrono con diversas actividades religiosas, gastronómicas y altruistas; celebraron con misas en el templo, ubicado en el Barrio de San Bruno, pero también salieron a la calle para hacer una gran kermes que les permita recaudar fondos para el mantenimiento de esta iglesia.
Desde muy temprano inició la verbena en la calle Fraternidad, que es una de las entradas al templo. Ahí se colocaron puestos donde los visitantes podían degustar todo tipo de antojitos como garnachas, empanadas, tacos, enchiladas, pancita, tacos de salsa de chile seco o chicharrón, atoles, champurrado u otras bebidas, además de un sinfín de postres.
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Todo era algarabía entre los participantes en los que había niños y niñas, miembros de los grupos infantiles y juveniles, mujeres y hombres de todas las edades.
Como parte de la celebración a San Bruno, patrono del templo ubicado en el barrio que lleva ese nombre, los miembros de los aproximadamente dieciséis grupos religiosos que son parte de esta parroquia se organizaron para este kermes con el objetivo de recolectar recursos económicos.
Necesidades parroquiales
Blanca estela Montero Rebolledo, del Consejo Parroquial del templo, comenta que una parte primordial de los festejos fueron los rosarios, oraciones y horas santas en las que participaron tanto el sacerdote del templo, Alberto Aparicio y Borja, como otros invitados, el sábado el obispo Jorge Carlos Patrón Wong, encabezó las confirmaciones de niños de esta comunidad.
Resalta que el obispo inauguró dos salones nuevos de esta iglesia que se utilizarán para los grupos parroquiales y para las labores de apoyo que ofrece Cáritas como consultorio, farmacia y capacitación que son parte de las actividades que realizan como comunidad.
Asimismo, realizaron una procesión en la que pasearon al santo patrono San Bruno por las calles de esta comunidad y hoy habría misas durante todo el día.
La unión es importante
Jaime Ávila Lais, integrante de Séptima Comunidad de San Bruno, expuso que son importantes estas fiestas porque dan a conocer no solo la cuestión religiosa sino porque se unen como comunidad para llevar la palabra de Dios a todos.
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En la actualidad, comenta, que a veces estando en una misma parroquia las personas no se conocen, por lo que es importante que como sociedad se pierde la convivencia total.
Fundador de los cartujos
San Bruno fue un presbítero nacido de Colonia, en Alemania, enseñó ciencias eclesiásticas en la Galia, pero deseando llevar vida solitaria, con algunos discípulos se instaló en el apartado valle de Cartuja, en los Alpes, dando origen a una Orden que conjuga la soledad de los eremitas con la vida común de los cenobitas.
Llamado por el papa Urbano II a Roma, para que le ayudara en las necesidades de la Iglesia, pasó los últimos años de su vida como eremita en el cenobio de La Torre, en Calabria.
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La gran figura de San Bruno ha sido representada a menudo por los artistas y ha inspirado más de una obra maestra: en escultura, por ejemplo, la gran estatua que se encuentra en Santa María de los Ángeles en Roma
