La misa crismal fue presidida por el arzobispo Hipólito Reyes Larios, quien bendijo los Santos Óleos, que fueron llevados a las distintas parroquias de la ciudad.
Reconoció la presencia de los decanatos de Teoixhuacan, Banderilla, Perote, Tuzamapan, Actopan, Coatepec, Xalapa norte, Xalapa noreste, Xalapa poniente, Xalapa Sur, Xalapa centro, entre otros de la región.
La Catedral Metropolitana de Xalapa tuvo una importante afluencia de fieles quienes permanecieron de pie durante las dos horas de misa. Asistió al sacramento el obispo auxiliar José Rafael Palma Capetillo y el diácono de la catedral, Carlos Daniel Barrientos Sánchez.
El arzobispo señaló que en la misa se pidió por los hermanos sacerdotes difuntos, los que se encomiendan a las oraciones y las personas que trabajan en la administración de todas las iglesias.
“Los siete sacramentos corresponden a las etapas importantes de la vida de los cristianos, dan nacimiento y crecimiento, oración y misión a la vida de fe de los cristianos, hay ahí una cierta semejanza entre las etapas de la vida natural; así tenemos las etapas de iniciación cristiana que son el bautismo, confirmación, eucaristía; los sacramentos de curación que son la penitencia y unción de los enfermos, y finalmente los sacramentos que están al servicio de la comunión y misión de los fieles orden sacerdotal y matrimonio”, dijo el arzobispo.
Invitó a los ciudadanos a pedir por sus sacerdotes, porque es la fuente única de la salvación, después se hizo la bendición de los Santos Óleos, en primer lugar para los enfermos, después catecúmenos y por último el Santo Crisma.
“El mundo está al pendiente de descubrir toda falla posible de la Iglesia, todos se escandalizan de las fallas de los sacerdotes, pero la Iglesia está llena, si son fieles de su llamado y en el silencio de su ministerio hacen mucho bien”, se dijo en la misa.