Con deporte, baile y una alimentación adecuada, Blanca Luz Jiménez Márquez logró superar la etapa crítica del cáncer de mama que le fue detectado hace casi tres años.
Aunque se mantiene en etapa de vigilancia, tiene la confianza de que será dada de alta cuando se cumpla el plazo de cinco años que se le estableció como control.
Por varios años ha sido maestra de zumba, además de que realiza ejercicio para mantenerse en forma, por lo que nunca pensó que algún día tendría cáncer.
Me salió una bolita en el pecho, pero como soy deportista y doy clases de zumba pensé: 'a mí qué me va a dar cáncer' y me la dejé hasta que mi hermana me regañó porque la bolita se me veía por encima de la ropa, ella me hizo la consulta y fuimos, ahí fue la sorpresa de que tenía cáncer Blanca Luz
Fue en el Centro Estatal de Cancerología "Miguel Dorantes Mesa" (Cecan) donde se le diagnosticó cáncer de mama en primera etapa; sin embargo, su tratamiento lo recibió en el Hospital Central Militar, ubicado en la Ciudad de México.
Al llegar a dicho hospital, recibió el diagnóstico y se le informó que se le debía quitar el seno para poder eliminar el tumor que le había causado el padecimiento.
Mi esposo me acompañó cuando me dieron la noticia lo único que le dije fue que si eso era necesario para poder salvar mi vida que no había ningún problema y que se hiciera
Aunque reconoce que la noticia si fue dura y desgarradora, evitó llorar y decidió mostrar fortaleza por su familia.
Pese a recibir esta noticia, mantuvo la tranquilidad y regresó a Xalapa para continuar con sus clases de zumba, mismas que da en la comunidad La Concepción del municipio de Jilotepec.
Seguí con las clases porque quería despedirme de mis alumnas, una vez preparada regresé a México para que me fuera retirado el seno, estuve allá unos días y volví a Xalapa a mi casa
Como parte del tratamiento recibió cuatro quimioterapias, las cuales la debilitaron físicamente, pero que logró superar gracias a la importancia que tienen para ella las clases de zumba.
Una semana estaba delicada por el tratamiento, pero las ganas de ir a dar clases eran mayores, entonces me levantaba de la cama y me iba a dar clases. Mis alumnas supieron lo que me pasaba hasta la tercera quimioterapia porque pensaban que ya no quería ir a verlas o que estaba buscando otros lugares para dar clases, por eso tuve que decirles, de lo contrario no se habrían dado cuenta
Al pasar por las cuatro quimioterapias, le informaron que estaría en vigilancia por cinco años, de los cuales lleva la mitad y espera cumplirlos con su alta.
"Confío en que me darán de alta, con el cuidado que he tenido en ejercicio, alimentación y cuidados personales estoy segura de que el cáncer se ha ido por completo", comentó.