CDMX.- Jaime Rodríguez Calderón, candidato independiente a la Presidencia de la República, rechaza ser como el expresidente Vicente Fox Quesada y abre un frente en contra de Margarita Zavala, quien, dice, fue ayudada por el sistema para alcanzar de panzazo el número de firmas para aspirar a la silla presidencial.
“Margarita no es independiente, ya que es un producto del sistema: le hicieron las firmas y no me uniría a ella porque va a depender de Felipe Calderón”, asegura el Bronco, quien llegó a la gubernatura de Nuevo León con una campaña política realizada a través de redes sociales como Facebook y Twitter.
El candidato descarta unirse a cualquiera de los contendientes presidenciales, porque no le gustan las pandillas ni las alianzas del agua y aceite como la de Andrés Manuel López Obrador, candidato por Morena, PT y el PES; José Antonio Meade Kuribreña, aspirante del PRI, PVEM y Panal, y Ricardo Anaya Cortés, postulante del PAN, PRD y Movimiento Ciudadano.
“Todos ellos me invitaron a ser parte de sus proyectos”, pero no soy político y estoy en contra de ellos, señala en entrevista con los directores de los 60 periódicos que conforman la Organización Editorial Mexicana (OEM).
El gobernador con licencia detalla cada faceta de su vida personal y arribo a ser político y empresario, experiencia usada para trazar sus estrategias de gobierno en caso de llegar a la silla presidencial.
“A Vicente Fox, expresidente de México, no me parezco ni madre, yo no me casé con Martita. Y mi esposa se llama Adalina Dávalos; la consulto, me asesora y no me manda”, apunta.
El Instituto Nacional Electoral (INE) filtró de una manera perversa la información del recuento de la firmas de los candidatos presidenciales por la vía independiente, acusa.
“Benito Nacif (consejero del INE) actuó de manera perversa, porque cómo es posible que Carlos Loret de Mola haya tenido la información una semana antes y todavía no termina el recuento de las firmas”, agrega.
El Bronco dice que, de llegar a la Presidencia, mandará y tomará las decisiones de gobierno, no su esposa, a quien describe como extraordinaria, y añade que piensa morirse con ella.
El candidato tiene siete hijos de tres diferentes esposas y, como misión de vida, planea procrear cuando menos 14 chamacos, revela. Ese objetivo se aleja todos los días debido a su sueño de llegar gobernar México y a que se le agota el tiempo, añade el originario de Galeana, Nuevo León.
Rodríguez Calderón es el cuarto hijo de una familia de 10 hermanos, quienes llegaron a la universidad por la cultura del esfuerzo de su madre, quien no recibió ayuda asistencial de los gobiernos federal, estatal y municipal.
“Mi mamá no sabe leer, pero tiene un hijo gobernador”, presume el político, quien odia los trajes, las corbatas y usa un lenguaje directo, frío y sin rodeos cada vez que es cuestionado o cuando está frente a los ciudadanos.
“Si yo pude ir a la Universidad cualquiera puede ir“, dice sin reparo. Y sostiene que debe desaparecer el asistencialismo porque solo genera pobreza.
El aspirante manifiesta que no le gusta la visión de los extranjeros sobre los mexicanos, a “quienes ven como huevones y mantenidos. Eso me enoja y molesta porque la política en México se convirtió en usar la pobreza para ganar simpatías”.
Esas simpatías fueron conquistadas por el Bronco, cuando sin dinero y sin un aparato estatal ganó la elección a gobernador con más de 48.8% de los votos. Así arrasó a la priista Ivonne Álvarez. Otra vez quiere repetir la hazaña mediante una revolución, afirma el candidato sin partido.
“Emiliano Zapata si hubiera tenido Facebook no hubiera agarrado las armas y Francisco Villa si hubiera tenido un teléfono celular no hubiera hecho lo que hizo. Hoy tengo Facebook, Instagram, Snapchat, YouTube para expresar mi pensamiento”, comenta.
Desde esa trinchera digital, el empresario regiomontano hará una revolución para despertar y “picar la cresta” a los ciudadanos de que se puede jubilar a los partidos políticos en México.
Siempre “voy a respetar a las instituciones”, ya que no le gustan las marchas ni los mítines, reconoce el Bronco.
“No quiero que mis hijos me vean con un amparo bajo el brazo”, dice el candidato, cuando recuerda en cómo la sombra de la corrupción alcanzó a varios de los exmandatarios.
Agrega que en un OXXO, 7 Eleven y en cualquier tienda de conveniencia le dan a los exgobernadores amparos para que no sean detenidos por malversación de fondos, cohecho o sobornos.
DERROTÉ A LOS ZETAS
Afirma que su sueño de ser Presidente de la República es para cumplir con la promesa de sacar de la violencia al país. Esa inseguridad la vivió en carne propia el expresidente municipal de García, ya que le secuestraron a su hija y asesinaron a su hijo de 22 años.
“Quería darme un tiro por la muerte de mi hijo”, suelta. Y recuerda que la delincuencia organizada nunca lo llamó cuando era el alcalde de García, sino al contrario sufrió atentados y lo quisieron matar.
El problema de violencia en el país no se resolverá con más armas de fuego ni con un mayor número de policías ni con la Ley de Seguridad Nacional, señala.
“Yo vencí a Los Zetas utilizando la red social. Y hoy no hay ningún Zeta en nuestra ciudad, en donde vivo y donde me pienso morir”, enfatiza.
Hoy la mayoría de Los Zetas están muertos o en la cárcel y se utilizó toda una estrategia de inyección de confianza a la ciudadanía. “Necesitamos tranquilizar al país para que llegue la inversión a México”, comenta.
UN DONATIVO COREANO
Rodríguez Calderón retiró los subsidios a KIA, una armadora coreana que invirtió más de tres mil millones de dólares durante el gobierno de Rodrigo Medina de la Cruz, quien fue acusado de enriquecimiento ilícito.
“Hoy el chairman de Hyundai, que es la mamá de KIA, me admira y me ayuda, así como me dijo que haría una aportación para mi campaña”, señala.
El Bronco promete que hará pública la aportación del inversionista coreano, quien está autorizado para dar un financiamiento por unos 248 mil pesos.
Cada uno de los pesos procedentes de Corea, si es que se concretan, darán liquidez al político, quien tiene poco margen financiero para la campaña presidencial.
“La ley me parió, pero no me quiere, la ley es mi mamá, pero no me quiere y me tiene abandonado. Quiere más a sus otros hijos y les da dinero para promoverse por el país”, acusa.
La campaña de El Bronco ha costado unos 19 millones de pesos, dinero aportado por unas 143 personas a través de cheques o transferencias electrónicas. Así la campaña se blinda de recibir cualquier aportación del crimen organizado.
“Yo aporté de manera personal más de 248 mil pesos, porque el INE no me permite que gaste mi lana que me quiero gastar”, dice.
A José Antonio Meade, Andrés Manuel López Obrador y Ricardo Anaya el INE entregó a cada uno 68 millones de pesos para su precampaña.
“A los independientes nos dieron sólo la bendición”, cierra el Bronco.