La producción de café duplicará su valor debido al alza del precio internacional del grano por lo que se prevé una bonanza económica para un sector que ha enfrentado duras pruebas en años anteriores anuncia Fernando Celis Callejas, asesor general de la Coordinadora Nacional de Organizaciones Cafetaleras (CNOC).
En entrevista para Diario de Xalapa apunta que se espera que conforme avance la cosecha el precio del kilo de café cereza podría ubicarse en 18.50 pesos cuando en la cosecha pasada el mayor rango que alcanzó fue de 9.50 pesos y en la cosecha anterior a esa, 6.50 pesos.
No obstante, el cafetalero reconoce que el alza en el precio del aromático no obedece a políticas públicas ni a factores internos, sino que es resultado de factores meteorológicos que han afectado las cosechas en países como Brasil y Colombia, así como a las especulaciones del mercado internacional. Por ello, hace hincapié en la necesidad de que en México se trabaje para lograr que estos precios puedan mantenerse sin depender de factores externos.
En tanto esto se logra, Celis Callejas apunta que en Veracruz se ha establecido una Comisión de Seguimiento de Precios del Café que está trabajando para informar a los productores de café sobre el precio internacional del producto a fin de que las ganancias lleguen a todos los sectores. Y es que, mientras que en regiones como Coatepec y Huatusco, el precio del kilo ronda los 17 pesos en zonas cafetaleras de la sierra de Soteapan se paga en 5 o 6 pesos.
BUSCAN QUE BENEFICIOS SEAN PAREJOS
Tras años de ausencia, Veracruz volvió a tener una Comisión de Seguimiento de Precios del Café, destaca Celis Callejas. Explica que ante la incertidumbre que se tenía por el precio del aromático se propuso retomar los trabajos de esta comisión que ahora sesiona dos veces a la semana con el objetivo de mantener el monitoreo constante del precio internacional y a su vez, darlo a conocer a quienes producen café en la entidad.
Y es que, reconoce que ante la falta de información por parte de los productores, las comercializadoras compran el kilo a precios muy bajos, perjudicando así a las zonas más alejadas o con mayores índices de marginación. Como ejemplo, dice, mientras que en la zona de Huatusco el precio por kilo de café está en 17 pesos y en Coatepec en 16.50 lo preocupante es que este mismo café se compra en los pueblos de Chiconquiaco a 10 u 11 pesos; en Tlapacoyan en 14 pesos y en la sierra de Soteapan a 5 o 6 pesos.
El organismo cuenta con la representación del Sistema Producto Café -organismo que representa a los productores y a los comercializadores-, las organizaciones nacionales CNOC, la CNC y la CoProcafe así como los consejos regionales. Además se logró que el Gobierno del Estado a través de la Sedarpa con Evaristo Obando Ramírez participa en las reuniones y que sean ellos quienes apoyen con la difusión oficial.
“Se tiene un cuadro de referencia internacional y se les dice 'es posible que se pague a tal precio' porque el objetivo es que ese precio internacional llegue a los productores, tanto si sube o si baja que ellos estén enterados”, precisa.
El cafetalero denuncia que otro asunto que han detectado es que si la cosecha se agolpa en una sola región, las empresas comercializadoras aplican un castigo económico con el argumento de que no alcanza la capacidad del beneficiado. No obstante, señala que eso también se está buscando eliminar toda vez que esa circunstancia no tiene nada que ver con el mercado internacional y por ende no debería impactar en el precio. “El mensaje aquí es que no bajen los precios porque la gente va a reaccionar. Ya de por sí hay mucha expectación en los productores porque no esperaban estos precios y quieren que se sostenga todavía se interpone una circunstancia que no tiene que ver con el mercado pues peor será “, señala.
SE TIENE EL MEJOR PRECIO EN AÑOS
Entrevistado luego de su participación en la sesión de la comisión reguladora, el cafetalero reconoce que el costo promedio en la zona ya se está acercando a la cifra esperada toda vez que en Coatepec ya se paga el kilo a 16.50 pesos cuando en años anteriores a estas alturas de la cosecha se pagaba en 6 pesos. “Conforme avance la cosecha y sea de mayor calidad tendrán que pagarse estos precios”, asegura. Apunta que hasta el pasado viernes, el quintal de café pergamino se colocaba en 5 mil pesos -después de los costos de producción- cuando en los cuatro ciclos de cosecha anteriores el precio promedio fue de dos mil pesos.
Ante este panorama reconoce que si se pueden lograr condiciones para que el buen precio del café mexicano se mantenga, para ello es necesario que la mayor parte de la producción nacional se consumiera de manera interna. “Así la referencia para los precios de compra no sería los internacionales sino los locales y habría además menos costos de comercialización que son los que impactan de manera directa a los productores”.
Mientras esto no suceda, la producción seguirá dependiendo de circunstancias externas como los fenómenos meteorológicos ya que en estos momentos los precios están ligados a situaciones que ocurren en Brasil y Colombia. “Esto ha pasado 10 veces en los últimos 70 años, alzas por heladas, pero duran poco tiempo, un ciclo o dos ciclos y hace que aumente la producción y que después venga una baja muy fuerte de precios. Ahorita el precio depende de factores externos”.
Para el representante de la Coordinadora Nacional de Organizaciones Cafetaleras, en México se puede regresar a las buenas épocas. Recuerda que antes del Tratado de Libre Comercio se producían 5.5 millones de sacos de café y que posterior a la inyección de recursos que se dio para hacerle frente al acuerdo trinacional se llegó a 6.2. “Es lo máximo que ha habido de cosecha en México en el ciclo 1999-2000.
Tras esto, la caída llegó a los 3.5 millones de sacos de café pero el impacto de la roya ocasionó un nuevo impacto que dejó a la producción en 2.2 millones y que representó un retroceso de al menos 50 años en la cafeticultura. Actualmente, a nivel nacional la producción ronda los 4 millones de sacos.
El cafetalero asegura que las alarmas estaban prendidas no sólo por la caída de la producción sino también de los precios que se han tenido en cosechas anteriores ya que, en los dos ciclos anteriores el quintal de pergamino se vendió en promedio en 2 mil pesos cuando el costo de producción desde hace 3 años se ha mantenido en 3 mil pesos por quintal. “Ahora debe andar como en 3 mil 500 que ya implica una ganancia porque a todas luces tener un costo de 3 mil para producir y que el precio esté a 2 mil no es negocio”, lamenta.
Lo que necesitamos es estabilidad y recuperar los precios de producción, reitera. Y es que, a su consideración, México tiene mucho potencial para el consumo
PRODUCTORES RESISTEN LA COMPETENCIA
Aunque actualmente, el consumo del café tostado iguala al café soluble, hace 10 años este último aventajaba hasta en un 85 por ciento. Y es que, el cafetalero asegura que el imperio de las empresas trasnacionales, lideradas por la Nestlé no permitían que en el país se “conociera el café”. “Estos cafés solubles tienen un 7 por ciento de café lo que implica que lo que se toma son saborizantes y endulzantes. Esto es algo que sólo en México ocurre”, lamenta.
Para Celis Callejas, es la autoridad la que debería regular la venta de este tipo de productos o por lo menos, obligar a las empresas a darle a conocer al consumidor lo que está adquiriendo. Por ello, la petición de las organizaciones es que no se use café dañado, que se revisen las importaciones, que haya un esquema más adecuado de la calidad y que no se le meta tantos endulzantes y saborizantes artificiales. “En México hay cafés que se le meten endulzantes para ocultar el mal sabor de un café de mala calidad”.
Reconoce que aunque se está atento de los precios y de la bonanza económica que ya se está haciendo presente en la región, las organizaciones veracruzanas no le quitan la vigilancia a las acciones que Nestlé tiene en la entidad. Y es que, recuerda que había la intención de esta empresa de aumentar la producción de café robusta en México a fin de que se produjeran en 4.5 millones de sacos en 150 mil hectáreas, 50 mil de estas en Veracruz.
Ante esto, refiere que en enero del año pasado se organizaron los productores para evitar que esto se realizara con recursos públicos y que se tiene el compromiso del Gobierno Federal de que no avanzará. Sin embargo, asegura que este tipo de café se sigue sembrando.
Imagina tener 4.5 millones de robusta cuando la producción de arábigo está en 4 millones, sería una locura porque ya se siembra mucho café robusta a nivel mundial y es un café muy barato. El interés de la industria en este tipo es porque tiene más rendimiento para el café soluble que el arábigo.
Reitera que aumentar la producción del café robusta va a contribuir a la sobreproducción que ya se tiene de este producto y que, en 4 o 5 años va a tumbar los precios del arábigo y desplazaría al café mexicano en el consumo nacional.
“Lo grave es que desde la Sader apoyan a la Nestlé y que le compran la planta que tiene patentada la Nestlé (…) ellos tienen esos privilegios. Eso no ocurre en los demás países productores, que las empresas trasnacionales tengan tanta influencia en la política pública del café”, concluye.