Ante la falta de un precio justo y la plaga de la roya que no cesa en la región cafetalera de Xico y Coatepec, productores cambiaron de cultivo y en casos extremos lotificaron sus fincas para venderlas.
Al recorrer la zona cafetalera fácilmente se pueden ver plantas de café marchitas o de plano secas a causa de la roya. En algunos puntos hay plantaciones nuevas, pero según campesinos también están contaminadas.
Entre los productores hay quienes recuerdan que "gente de la Sedarpa" dijo durante 2015 que la roya podría acabar totalmente con la región cafetalera tan sólo en cinco años, por lo que no descartan que para el 2020 el aromático "sólo sea historia".
Patricio Viliz recuerda que hace diez años comenzó la caída de la producción en Coatepec y sus alrededores. "Lo peor fue hace como tres años, cuando de plano ya no hubo cosecha a causa de las pérdidas por la roya", indicó.
El precio del café cereza no llegaba ni a los seis pesos por kilogramo, lo que terminó por desanimar a caficultores que, en algunos casos, cambiaron de oficio, como la albañilería.
"En mi caso preferí dedicarme al cultivo y venta de orquídeas, lo que me deja mucho más en comparación de cuando cosechaba y vendía café", sostuvo.
Dijo que hace unos cinco años hubo donación por parte de autoridades estatales y federales de planta resistente a la roya; de inmediato se puso en marcha el programa de renovación de fincas, pero los resultados no fueron los esperados, pues las nuevas especies sucumbieron también a la plaga.
La superficie cafetalera de la región sobresale en partes con cultivos alternativos como el plátano y en otras de plano hay letreros que anuncia su lotificación para venta. El combate a la plaga de la roya no ha sido efectivo y con el paso de los años la superficie afectada aumenta considerablemente, lo que ha desanimado a los caficultores.
La mayor parte de las fincas que se encuentran en venta se ubican en Xico, donde los propietarios apenas se limitan a mencionar que el café "ya no es negocio".