Peatones que transitan por el centro histórico de Xalapa expresan que la calle Revolución se ha vuelto un peligro, en el tramo entre Enríquez y Juárez; coinciden en la necesidad de una rehabilitación integral.
Aunque son varios los problemas que enumeran, señalan principalmente la falta de banqueta a un costado de la Catedral Metropolitana, suelo resbaloso y, por ser muy transitada, tener poco espacio para caminar, lo que a veces les obliga a bajar al arroyo vehicular.
- Te puede interesar: Mueren más personas entre 20 y 39 años por manejar motocicletas
¿Cómo es el trato al peatón?
Otro de los puntos expuestos es el cruce de la calle, de donde concluye el denominado paseo del ayuntamiento hacia la Catedral-Plaza Lerdo, pues los vehículos doblan hacia Revolución, la gran mayoría sin tomar en cuenta al peatón.
“Cuando el tránsito es lento, se detienen, pasas y corres el riesgo de que te peguen al arrancar porque la calle está muy empinada y no hay paso preferencial para uno”, expresa Julio Martínez Azuara.
Igual que Julio, Carlos Ortega Zavaleta se refiere a la importancia de atender el paso del peatón sin tener que exponerse a ser atropellado o resbalarse por las prisas de “querer ganarle” a los vehículos.
En cuanto a la banqueta izquierda, apuntan que tiene daños que deben ser atendidos; dicen tampoco entender por qué hay estacionamientos en una calle con tantos problemas.
“Yo ya tiene tiempo que la evito, aunque camine más, me voy hasta Lucio y luego me regreso porque trabajo en Palacio”, dice Teresa Valladares.
Carmen Sánchez Cruz, quien se dedica a la venta de alimentos en el parque Juárez, declara tenerle temor a Revolución pues ya tuvo una caída, cerca del súper que tiene su estacionamiento.
“No hay por dónde caminar. Está horrible. Yo me caí y ahora le saco la vuelta. O bajo por Rojas o me voy hasta Lucio. Ya no paso por ahí. La bajada está mortal”, expresa.
Lee más: Puentes peatonales: ¿pérdida de tiempo o salvan la vida de peatones?
De acuerdo con datos históricos, Revolución fue construida hace aproximadamente ochenta años y en su momento fue considerada una calle con cambio significativo para el desarrollo urbano.
A diferencia de Lucio y Clavijero, esta es empedrada, con piezas rectangulares de la denominada piedra azul que ha tenido gran valor histórico.
Información del grupo Xalapa Antiguo indica que antes tuvo el nombre del cordobés Francisco Hernández y Hernández, quien fue gobernador del estado en el siglo XIX.
Al paso del tiempo fue llamada Avenida de la Revolución y popularmente como “Calle de la Amargura”, “por dirigir su sentido hacia la iglesia El Calvario, ya que los caminos que llevan al calvario, son de amargura”.