Orizaba, Ver .- “La paga que da sentido a la vida que ha ocupado el sacerdocio que recibí a los 23 años ha sido tan abundante como la suma de años en que mi ocupación exclusiva ha sido servir al Señor”, expresó el cardenal Sergio Obeso Rivera en la homilía que dirigió al presbiterio y la comunidad de los seis decanatos de la Diócesis de Orizaba, que se congregaron en la Eucaristía que presidió en honor al santo patrono, San Miguel Arcángel. Agradeció haber sido honrado por el Santo Padre Francisco, con el quehacer propio de un cardenal “en el ocaso de mi vida”.
Subrayó que lo que define y caracteriza su vida es haber estado, con todas sus limitaciones, al servicio del Señor y honrar en este lugar a San Miguel Arcángel. “El dueño de la viña ha querido distinguirme a última hora, con el trabajo que puso en mis manos desde el amanecer, poner mi existencia total a su servicio. La expresión última de este llamado es lo que estamos celebrando y en el que ustedes me honran con su presencia”.