Durante 33 años Cáritas Diocesana ha dado apoyo y atención a las poblaciones más necesitadas, las abandonadas y de las que nadie más se quiere hacer cargo. Este tiempo ha sido una bendición porque han logrado reconocer la presencia de Dios en toda esta obra, dijo la contadora de la institución, Eva Leticia Villagrán Ramírez.
“Yo creo que no hay palabras para explicarlo. Es alegría, es una bendición, es reconocer también la presencia de Dios en esta obra y la presencia de muchos voluntarios y bienhechores que han pasado a través de estos 33 años, algunos ya difuntos, que ya jubilados dieron el final de su vida al servicio de los más necesitados, otros que nos siguen apoyando hasta la fecha”.
Entrevistada en el marco del aniversario número 33 que se conmemora este 3 de mayo, refirió que el mismo obispo de Xalapa Jorge Carlos Patrón Wong ha dicho que Cáritas ha sido los brazos, las manos, el hombro, el corazón de Cristo hacia los hermanos más necesitados.
“Siempre hemos dicho que el servicio va hacia los pobres que nadie atiende, porque existen otras dependencias que también apoyan, pero a veces nosotros o regularmente o la mayoría de las veces atendemos a quienes nadie quiere atender. Niños, jóvenes, adultos, ancianos, ahí está el ejemplo del albergue definitivo, que son adultos mayores que nadie quiere atender o que no tienen familiares o que aun teniéndolos pues no quieren saber nada de ellos”.
Por ello, tras estas más de tres décadas, dijo, agradecen principalmente a Dios y a la gente que ha creído en Cáritas, en su trabajo, en su labor, lo mismo que a todos los que han prestado servicio a lo largo de los años.
¿Cuáles son los servicios de Cáritas?
Cáritas Diocesana, trabaja tres líneas de acción, la primera es la asistencia, que es la más solicitada y que busca salvaguardar la vida del hermano en una emergencia, donde además entra el servicio médico, farmacia, apoyo con ropa y el albergue.
“No sé si todavía están, pero en el albergue pues teníamos unas personas de Venezuela. Por 33 años fue el primer servicio y antes era un lugar de paso de Colombia, más del Salvador, de Honduras y Nicaragua. Pasaban por aquí y cuando llegaban del otro lado nos llamaban que ya estaban allá”.
La lista es grande porque va desde las personas que solicitan diálisis, hemodiálisis, pagar una cuenta en el hospital o apoyo con un ataúd o con láminas porque que el techo lo voló el aire, por ejemplo.
Después está la promoción humana con lo que ayudan al hermano a que se valga por sí mismo, “ayudarle, enseñarle a pescar para que él tenga el alimento necesario, no que dependa siempre de Cáritas, sino que, con sus propios recursos, aprenda a subsistir”.
Por último está la conciencia social que se hace de manera personal cuando llega el hermano para hablar con él y tocar un poco su conciencia.
“Pero también un cambio en las estructuras y en la sociedad para que todos tengan una vida digna se necesita de otras organizaciones y que participen, que nuestros recursos de veras sean empleados para la gente más necesitada. La conciencia, pues sí, tenemos poco o casi nada de la conciencia social”.
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Promoción Humana
Andrea Arcos, coordinadora de las Cáritas Parroquiales, explicó que en el área de promoción humana lo que buscan es dar las herramientas a las personas para que salgan adelante por sí mismas.
“Y hay dos principales tipos de personas que vienen al área de promoción humana, algunos que lo que necesitan son más como terapia ocupacional, que necesitan esas actividades en donde puedan desarrollarse, puedan convivir con otras personas, porque hoy en día se vive mucha situación de abandono, de abuelitos que no tienen con quién estar, que se sienten solos, tristes, que están enfermos. Entonces, bueno, están quienes toman esta parte como terapia ocupacional”.
Pero además están quienes necesitan las herramientas porque no tuvieron las oportunidades en cuanto a educación o a los insumos para emprender y generar su propia fuente de trabajo.
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“Para que, si aprendieron a hacer tamales o ya sabían, pero no tienen como ahora vender los tamales, por ejemplo, en Cáritas se les apoya para eso, para que salgan adelante. Se les da como el primer empujón, se les dan las herramientas y entonces ya ellos en adelante buscan esa manera de generar sus propios ingresos y no quedarse en la situación de necesidad en la que, en el momento en que llegan a Caritas están”.
Los cursos y talleres, explicó, se dan de acuerdo a las necesidades que hay en esa comunidad y de los voluntarios quienes ofrecen sus dones y talentos para que otras personas también aprendan.
¿Qué talleres se ofrecen en Cáritas?
Algunos de estos son los de repostería, el taller de manualidades, hasta apoyo en tareas para los niños de primaria, secundaria o de huertos orgánicos y de traspatio.
“Los talleres se van renovando, toda la vida se han dado, los 33 años que lleva Caritas, los 33 años ha promovido esta área del desarrollo humano, pero depende mucho de las necesidades de la comunidad y de las manos que tengamos para ofrecerlos, incluso del interés de las personas porque lo más solicitado, asistencia social, en el momento de la urgencia que se les apoye con lo que necesitan. Para nosotros no es solo quedarnos ahí, sino ayudarlos a que den el siguiente paso, pero hay algunas personas que ya no están interesadas en ese siguiente paso”.
¿Cuándo iniciaron los servicios de Cáritas?
Así, recuerdan que el 3 de mayo de 1991 los servicios que se iniciaron fue el albergue, los cursos de corte y confección, impartidos por una maestra que muchos años los impartió y que tenía en diciembre una exposición de adornos de navidad y de vestidos.
“Después una alumna se capacitó y aprendió este taller que lo siguió dando por muchos años y apenas hace como tres años que falleció la maestra Carmelita y estuvo desde el inicio dando los cursos aquí en Altamirano y Betancourt, y el otro servicio que se inició fue el bazar”.
Durante este tiempo no han dejado de existir personas necesitadas, pues incluso en el Evangelio, Jesús dice a los pobres, siempre los tendrás, agregan.
“Entonces, nosotros siempre hemos visto que hay gente necesitada. Y ahora que tiene tres años o dos que pasó la pandemia, pues se agudizó. Gente que perdió el empleo, hasta que perdió la vida, que cerraron muchos negocios, ahí tienes un ejemplo de que existe la pobreza. Y pues ya en estos 33 años, si no era una cosa, era otra, pero siempre ha habido gente muy necesitada, muy necesitada, que no tiene lo necesario para vivir”.
Sin embargo, las necesidades van cambiando porque a partir de la pandemia, por ejemplo, surgieron muchas necesidades en cuanto a enfermedades mentales, ansiedad o depresión.
“Personas que no supieron sobrellevar o no pudieron sobrellevar esto, que perdieron familiares, que se quedaron con deudas por tratamientos de hospitales. Entonces, todo esto lo que nos desembocó también fue en cuánta gente ahora necesita orientación psicológica, el apoyo con la consulta, es uno de los servicios que sí ha aumentado aquí en Cáritas. Tenemos, gracias a Dios, varios psicólogos voluntarios. Sin embargo, la necesidad de la gente para este servicio es muy, muy grande”.
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¿Cómo celebrará Cáritas su 33 aniversario?
La hermana María Luisa Pérez Aguilar y administradora de Cáritas dijo que en este tiempo agradecen a Dios la oportunidad que les da de ser solidarios, porque mucha gente ha podido compartir sus bienes para los pobres y necesitados.
Dijo que por ello habrá una celebración eucarística en la Rectoría de los Corazones el 3 de mayo a las 19:00 horas para agradecer a Dios.
“Les hemos pedido a los voluntarios, a los que han estado constantemente apoyando, que asistan, participen en esta acción de gracias. Por eso, el día domingo también quisimos que el señor arzobispo en la Eucaristía unirnos para agradecer por esta gran oportunidad de compartir, de ser solidarios, de poder apoyar a toda esa gente que está necesitada y que muchas veces, como ya se ha dicho, no encuentran el apoyo en otro lado”.
Y es que, al año, del total de los servicios que se prestan en Cáritas Diocesana en el centro y las Cáritas Parroquiales, son 90 mil personas las que se atienden en promedio siendo los más demandados actualmente es el de psicología que creció a partir de la pandemia, lo mismo que las áreas de alimentación, comedor, despensas y en el área de salud, farmacia y tratamientos médicos.
Otra atención fundamental es la del albergue definitivo ubicado en la calle Venus número 8, Colonia 26 de agosto, donde actualmente se atiende a 36 adultos mayores y donde se tiene una larga lista de espera.
“¿De qué depende esta lista de espera? Bueno, lo primero es que las personas para ingresar al albergue definitivo tienen que ser personas que quieran entrar al albergue porque no todos quieren y que estén en situación, de abandono o sin respaldo familiar porque para ellos es este albergue, solamente aquellos que están en esta situación que no cuentan con nadie son los que son candidatos para entrar al albergue”.
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Y es que es una realidad que algunas personas que tienen familiares se quieren deshacer de sus propios adultos mayores “y eso también nosotros nos lleva a tener una plática con ellos para decir que es tu responsabilidad y tú tienes que ver por ellos, no es un mueble que ya se deshace, por eso es que hay una lista de espera y por eso es que se estudian bien los casos”.
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