La violencia de la que han sido víctima médicos internos y residentes no debe ser usada como justificación para pedir la eliminación del servicio social en clínicas y hospitales públicos, toda vez que no se trata de un problema específico de este sector sino de toda la población, aseguró Francisco Domingo Vázquez Martínez, coordinador del Observatorio Universitario de Educación Médica y Derechos Humanos de la Universidad Veracruzana (UV).
En entrevista, expuso que los hechos de violencia que han enlutado al gremio de profesionales de la salud -el más reciente ocurrido el pasado viernes en Durango- no son privativos de esta profesión sino que forman parte de un panorama general de inseguridad que le ha costado la vida a integrantes de todas las profesiones.
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“Hay que saber diferenciar entre lo que son los problemas específicos de las y los estudiantes de medicina de aquellos problemas que son de la población general; con esto quiero decir que el riesgo de violencia que puede tener el estudiantado durante la realización de su servicio social lo comparten con otros integrantes de la población como los periodistas o los sacerdotes”, dijo.
Por ello, dijo, el papel de las universidades y de las organizaciones estudiantiles es exigir a la autoridad que se atienda de raíz el problema de la inseguridad en ciudades y comunidades pero nunca usarlo de pretexto para abandonar el trabajo médico en los espacios en los que se requiere. “Si la agresión a los estudiantes fuera una excusa para retirar a los estudiantes de los servicios sociales la mitad de los hospitales y los centros de salud en México se quedan vacíos. El problema es la violencia y ahí es donde se está confundiendo porque aún los propios médicos contratados para los servicios de salud pueden ser agredidos y tampoco lo vamos a usar de pretexto para no atender a la población”.
Para el investigador del Instituto de Salud Pública de la UV lo que sí constituye un problema específico para las y los estudiantes de medicina es el abandono que las instituciones de salud tienen de estos en las clínicas y hospitales. Y es que, detalló que el servicio médico en muchas comunidades es proporcionado de manera exclusiva por estudiantes cuando deberían darlo profesionistas contratados específicamente para atender a la población y apoyados por los pasantes.
Vázquez Martínez insistió en que los estudiantes son usados como “mano de obra para los servicios de salud” y que esto ocurre incluso en los grandes hospitales y en zonas urbanas. “Ellos son estudiantes que deben estar a cargo de profesores en los servicios de salud (...) si usted va en algunos turnos nocturnos, vespertino o de día festivo son puros estudiantes los que están trabajando, ahí entonces ese es el problema”.