Xalapa, Ver.- A cuatro días de que se cumplan nueve años del multihomicidio en la colonia Narvarte, familiares del fotoperiodista Rubén Espinosa Becerril declaran que no los van a callar, continuarán con la exigencia de justicia y se tome en cuenta como línea de investigación la labor que desempeñaba en Veracruz.
“Que se investigue la persecución que vivió en Veracruz, porque esa línea no la han tomado en cuenta y la quieren descartar”, expresó en la Plaza Lerdo Patricia Espinosa, hermana del fotógrafo.
Explicó que aunque Veracruz sí tuvo apertura para hacer investigación, no hay avances al no existir denuncias por parte de Rubén Espinosa.
No las hay, enfatizó, “porque era perseguido, amenazado e intimidado. Se fue de Xalapa por eso y no creemos ni aceptamos que el día de su muerte estaba en un lugar equivocado”.
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Representantes de Artículo 19 recordaron que el hostigamiento se hizo público un mes antes del homicidio, pues Rubén expuso que incluso fuera de su domicilio había personas que lo vigilaban.
Manifestaron que es claro el interés por no tomar en cuenta la represión vivida en Veracruz, pero subrayaron que no se van a rendir y la lucha por justicia continuará.
Previo al pronunciamiento, colocaron un memorial con fotografías, flores y números de la revista Proceso para la que Rubén Espinosa trabajaba desde Xalapa.
Los familiares y un grupo de reporteros recorrieron el primer cuadro de la ciudad con las consignas de “Justicia” y “Fue el Estado” en la marcha denominada “Rubén sigue aquí”.
“Rubén sigue aquí”
La periodista Norma Trujillo explicó que el nombre asignado se debía a que fue en la Plaza Lerdo, entre 2010-2015, cuando Espinosa Becerril se integró a la lucha de los crímenes contra periodistas.
En la Plaza Lerdo también se nombró a la activista social Nadia Vera; hubo un llamado para no olvidar que al momento de los crímenes, tanto el fotógrafo como la antropóloga social y gestora cultural habían recurrido al exilio al temer por sus vidas.
Rubén Espinosa Becerril, originario de la Ciudad de México, se desempeñaba como fotoperiodista en Xalapa, donde daba cobertura a protestas sociales y realizaba trabajos de investigación.
En el caso de Nadia Vera, era nativa de Chiapas y eligió Xalapa para realizar estudios profesionales. Fue en esta ciudad donde se inició como activista social y gestora cultural, especialmente de la danza contemporánea y del cine.
Ambos dejaron la capital del estado veracruzano con la declaración de haber sido intimidados y amenazados por su labor y su participación activa en marchas; señalaban al exgobernador Javier “N”.
Tras su exilio, el 31 de julio de 2015, fueron asesinados en un departamento de la colonia Narvarte, en la Ciudad de México, junto con Yesenia Quiroz Alfaro, Mile Virginia Marín y Alejandra Negrete Avilés.