Veracruz, Ver.- Propietarios e inversionistas de edificios del centro histórico de Veracruz han optado por perder sus inmuebles, antes que realizar el trámite ante el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para su rescate e inversión, acusa el presidente del Colegio de Ingenieros Civiles del estado de Veracruz, Sergio Aguilar Rivera.
El entrevistado asegura que por ello más de 50 edificios históricos han sido abandonados por las restricciones del INAH. Señala que hay familias que tienen los recursos económicos necesarios para restaurar estos edificios, pero optan por no involucrarse debido a los problemas que implica cumplir con los requisitos del INAH.
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¿Qué es lo que pide el INAH para rehabilitar edificios?
Considera que el INAH exige requisitos para construir o rehabilitar inmuebles en el Centro Histórico de la ciudad de Veracruz, innecesarios. Expresó su molestia por las trabas que está poniendo el INAH, en el caso de la rehabilitación del Edificio Astur en la calle Lerdo y J.J. Herrera, donde se pretende construir el Café El Alba.
“Ustedes saben muy bien que como está la situación ahorita; el inversionista es muy cauto en cuanto a hacer las inversiones porque son inversiones bastante fuertes y finalmente si tienen dos o tres trabas los desanima y optan por lo que ha pasado ahorita, que muchos edificios están totalmente abandonados, en ruinas”, subraya.
El presidente del Colegio de Ingenieros Civiles menciona que el INAH les exige una gran cantidad de documentos y solicita cambios en la estructura de los edificios.
Sostiene que en el caso del inmueble de la calle Lerdo y J.J. Herrera pedía la eliminación de marquesinas y la reducción del tamaño de las ventanas. Sin embargo, argumentó que estos edificios conservan su diseño original.
Aguilar Rivera denuncia que la clausura de la obra por parte del INAH ocasionó pérdidas económicas, ya que tuvieron que cubrir los salarios de los trabajadores durante los días de inactividad.
Comenta que en una reunión con las autoridades municipales y el INAH, se logró demostrar que el problema podía resolverse, recopilando información fotográfica y documentación histórica del edificio para demostrar que su estructura se mantenía igual desde su origen.