La presa Yuribia, ubicada en Tatahuicapan de Juárez, fue cerrada este viernes 20 de septiembre por habitantes del municipio, debido a la falta de acuerdos con el ayuntamiento de Coatzacoalcos. Esta medida afectará el suministro de agua potable en Coatzacoalcos, un municipio clave del sur de Veracruz.
Los pobladores de Tatahuicapan, liderados por el alcalde Eusebio González Hernández, exigen la construcción de un tanque de almacenamiento que abastezca a cuatro barrios de la comunidad. Esta obra fue prometida por el ayuntamiento de Coatzacoalcos, pero su incumplimiento ha generado un conflicto que se intensificó en las últimas horas.
Antecedentes del conflicto
Desde la década de los noventa, la presa Yuribia ha sido motivo de tensión entre los habitantes de Tatahuicapan y las autoridades de Coatzacoalcos. En ese entonces, se firmaron acuerdos para garantizar el abastecimiento de agua a Coatzacoalcos a cambio de apoyos económicos y mejoras en la infraestructura de las comunidades serranas.
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La comunidad ha denunciado reiteradamente la falta de obras prometidas y la ausencia de compensaciones económicas acordadas por permitir la explotación del recurso hídrico de la presa Yuribia. En diversas ocasiones, los habitantes han optado por cerrar la presa como medida de presión para renegociar los acuerdos, afectando el suministro de agua a miles de personas en Coatzacoalcos y sus alrededores.
Actualmente, la principal demanda es la construcción de un tanque de almacenamiento de 250 mil litros, considerado esencial para el suministro de agua en Tatahuicapan. No obstante, el ayuntamiento de Coatzacoalcos ha pospuesto el proyecto, lo que ha aumentado la frustración entre los pobladores.
Escalada del conflicto
El viernes 20 de septiembre, durante una reunión entre representantes de Coatzacoalcos y los pobladores de Tatahuicapan, el secretario de Gobernación de Coatzacoalcos, Andrés Rosaldo García, propuso iniciar las obras en un mes, con una inversión de 9 millones de pesos. Sin embargo, los ejidatarios rechazaron la oferta, exigiendo el inicio inmediato de la construcción.
El desacuerdo escaló al punto de que los pobladores retuvieron temporalmente a Rosaldo García y lo llevaron a la presa Yuribia, donde lo obligaron a presenciar el cierre de las válvulas que suministran agua a Coatzacoalcos. Otros funcionarios, como la directora de la Comisión Municipal de Agua y Saneamiento (CMAS), Hideliza Díaz Calafell, lograron escapar entre la multitud.
Es importante recordar que la presa Yuribia abastece de agua potable a Coatzacoalcos, Minatitlán y Cosoleacaque. El cierre de la presa podría provocar una crisis en el suministro de agua, afectando a más de 300 mil personas.
La falta de agua en Coatzacoalcos pone en riesgo la salud de la población, particularmente en zonas donde el acceso a este recurso ya era limitado.
Hasta el momento, el ayuntamiento de Coatzacoalcos no ha emitido un comunicado oficial sobre el cierre de la presa, lo que ha generado incertidumbre entre los afectados.
Los pobladores de Tatahuicapan han dejado claro que no reabrirán la presa hasta que se cumpla la construcción del tanque de almacenamiento prometido. Esta acción se ha convertido en un fuerte mecanismo de presión para las autoridades, que ahora deben enfrentar no solo la crisis de desabasto, sino también resolver un conflicto que lleva años tensionando las relaciones entre los municipios del sur del estado.