Xalapa, Ver.- El cierre total o parcial del centro histórico de Xalapa es viable solo si la sociedad en general, comercios, instituciones educativas y gobierno se organizan y hay beneficios para todos, si no es así, no tiene sentido, expresa el arquitecto José Antonio Ochoa Acosta.
“La respuesta al cierre del centro no puede ser un sí o un no sin antes responder preguntas como ¿con qué objetivo?, ¿cuáles serían los beneficios? y ¿qué efectos colaterales deben atenderse?”, indica en entrevista el perito en desarrollo urbano.
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Ante un posible proyecto de volver peatonal esta zona de la capital del estado, opina que el centro debería tener un programa integral de manejo que contemple cómo administrar este espacio, tanto en su totalidad como por sectores.
Enfatiza que cuando se habla de este lugar se piensa en Enríquez, cuando en realidad abarca muchas calles y avenidas, como Úrsulo Galván, Ávila Camacho —hasta el parque Los Tecajetes— y Xalapeños Ilustres, por mencionar solo algunas.
Al ahondar en cómo manejar esta zona, refiere que con reglas que apunten a su aprovechamiento las 24 horas del día y no solo 12 —como funciona en la actualidad—,pues en la noche hay poca actividad y se dan situaciones de violencia e inseguridad.
Ejemplifica con el barrio de Xallitic, la calle de Abasolo, la plazuela del carbón y el barrio de San José.
Ochoa Acosta expone la necesidad de un plan de vigilancia para comercios y peatones ante robos y asaltos, así como otras acciones acompañadas de esquemas de financiamiento.
Puntualiza que el centro de la ciudad es el punto de mayor identidad del municipio, al concentrar elementos construidos, vegetación, comercios y espacios culturales como ninguna otra parte.
“La población lo ha elegido como el sitio por excelencia para expresar sus ideas, consignas o búsquedas”, dice para luego evidenciar que uno de los ejercicios más próximos al cierre es la misma crisis sanitaria.
“Sobre el cierre del centro tenemos los decretos gubernamentales relacionados con la pandemia y la disminución de actividad económica. Determinar en la situación actual el cierre del centro, es reducir la actividad humana en este sitio”.
Sostiene que no se debe dejar de lado un plan que incluya la conservación de los pocos edificios históricos que quedan sin modificaciones y un plan real de cuando la calle Enríquez se cierra temporalmente por algún evento, con estrategias para el sector comercial que lo reactiven.
Al referirse al tema de identidad y su importancia, cree que es prioritario exaltar el manantial ubicado al inicio de la calle Zaragoza, pues le otorgó el nombre a la ciudad y al municipio pero, opina, “ha quedado arrinconado y pasa desapercibido”.
Las araucarias son otro elemento identitario que se debe reconocer. Aunque nativas del municipio de Arauco, Chile, desde hace más de 100 años han sido adoptadas como parte de la identidad xalapeña, explica.
Finalmente, el maestro en restauración de monumentos y candidato a doctor en urbanismo y arquitectura por la Universidad Veracruzana expresa que algo que da arraigo es la identidad, por ello los elementos que la sostienen deben fortalecerse y mejorar.