Minatitlán, Ver.- Las calles de Minatitlán se encuentran hechas una “cochinada” gracias a la irresponsabilidad de la CAEV, que no atiende fugas de agua y de drenaje, hace hoyos por dondequiera y nos los tapa.
La irresponsabilidad e incertidumbre de los involucrados en el proceso de entrega.recepción de la oficina operadora de la CAEV de esta ciudad provoca que las autoridades estatales, a pesar de recibir millones de pesos de la recaudación, no devuelvan ni para gasolina y operatividad de la dependencia.
Desde que la oficina de la CAEV pasó al gobierno estatal su funcionamiento vino a menos, hasta llegar al caos, convirtiendo a Minatitlán no sólo en la ciudad de los baches, sino de los hoyancos, dando un espectáculo denigrante a la población, a los visitantes y empresarios que llegan de otros lugares.
Quién va a querer invertir en Minatitlán si no tiene infraestructura, sus calles están destrozadas y abandonadas por los enormes hoyos que hace la CAEV y no tapa, ante una autoridad municipal pasiva y complaciente, sin capacidad para gestionar la solución a esos problemas.
La ciudadanía tiene que soportar olores pestilentes como consecuencia de los drenajes tapados, lo que provoca escurrimientos a las calles, como los hay en la principal avenida comercial de Minatitlán, para colmo a la puerta de una farmacia.
En las entradas y salidas de la ciudad, como Justo Sierra y Heroico Colegio Militar, debido a los enormes hoyancos que presentan se han registrado accidentes por la irresponsabilidad de CAEV de no atender las fugas, tapar los hoyos y poner el pavimento.
Por dondequiera que transite, en el primer cuadro de la ciudad o en las colonias apartadas, están las pruebas de la irresponsabilidad de la CAEV.
Minatitlán huele a la “porquería” de los drenajes. Minatitlán tiene sus calles destrozadas por las fugas de agua y de drenaje, pero además por la falta de un buen programa de reposición de lozas con trabajos apropiados y material de calidad.
Herencia de anteriores administraciones, es cierto. Pero ya pasó un año de que las nuevas autoridades llegaron con el lema de la Cuarta Transformación, pero ésta no se ve, tan sólo en esta área de obras públicas.
Es un reclamo de la ciudadanía, de los usuarios de la CAEV y de los representantes de organizaciones que la CAEV ponga atención y resuelva los problemas que genera con su irresponsabilidad.
Es una demanda popular de la población de que las autoridades locales actúen con mayor responsabilidad, capacidad y voluntad para atender, gestionar y coadyuvar a la solución de estos problemas.
Finalmente, la responsabilidad de lo que ocurre en un municipio, bueno o malo, es de las autoridades municipales. Ojalá y en este año se logren poner de acuerdo para trabajar por el bien de Minatitlán, como lo ofrecieron en campaña, luego del premio de vehículos nuevos que están por recibir.