Norma Romero Vázquez, reconocida activista y coordinadora de Las Patronas, destacó las múltiples formas de violencia y explotación a las que se enfrentan los migrantes en su paso por Veracruz y el resto de México. La activista denunció que estas personas son víctimas de secuestros, extorsión, robos y asaltos, y deben cubrir costosos pagos para transitar cada tramo de su ruta.
En la conferencia “Las mujeres migrantes y la violencia de género: un enfoque desde la criminología”, impartida a estudiantes de la Universidad Popular Autónoma de Veracruz (UPAV), en la ciudad de Xalapa, Romero Vázquez compartió que “todas las fronteras están controladas por pagos".
"Si los migrantes no pueden pagar, son forzados a bajar de autobuses y a intentar nuevamente su cruce”.
Norma Romero lamentó que “la vida del migrante se ha convertido en un negocio. Muchos deben pagar hasta tres mil dólares por su liberación si son secuestrados”.
Además, describió las condiciones de agotamiento extremo de quienes llegan al albergue Las Patronas tras largos y peligrosos recorridos. Explicó que debido a los cambios en las rutas migratorias, como el proyecto del Tren Maya, ahora deben caminar desde Tenosique, Tabasco, hasta Coatzacoalcos, Veracruz, lo que aumenta tanto su desgaste físico como los costos.
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Romero Vázquez abordó la difícil situación de los migrantes, especialmente de aquellos que viajan en el tren conocido como “La Bestia” a su paso por territorio veracruzano. Romero destacó los desafíos que estos enfrentan, como la violencia, la extorsión y la falta de oportunidades.
“La migración es una problemática muy fuerte y profundamente dolorosa, con personas que han fallecido o se han mutilado; muchos de ellos son jóvenes como ustedes. No vienen buscando caer del tren ni perder las piernas o las manos, sino que traen un sueño, algo que todos deberíamos tener”, expresó al iniciar su conferencia, realizada el sábado 9 de noviembre en el auditorio de la Iniciativa Municipal de Arte y Cultura (IMAC) en Xalapa.
“Hoy quiero compartirles un poco del trabajo que hacemos como mujeres. A veces se desconoce de lo que somos capaces por ayudar a los demás”, expresó Romero Vázquez.
“Sí, hemos apoyado a muchos migrantes, incluidos migrantes mexicanos, porque tristemente en ese tren, La Bestia, también han viajado compatriotas nuestros: mexicanos de Chiapas, Oaxaca y Tabasco, que muchas veces no cuentan con el dinero necesario y se ven obligados a subir al tren para seguir su camino”, destacó.
La activista también expresó su preocupación por los mexicanos desplazados en su propio país, mencionando el caso de Chiapas, donde familias enteras migran hacia Guatemala para escapar de la violencia.
Juventud y migración femenina
Ante una audiencia mayoritariamente joven, Romero enfatizó la pérdida de una generación de jóvenes que se ven forzados a migrar debido a la inseguridad y la violencia, principalmente provocada por bandas delictivas que los buscan reclutar. Expresó su preocupación al ver que muchos de estos migrantes son jóvenes educados, algunos con títulos universitarios, quienes no encuentran oportunidades en sus países de origen.
Durante sus 30 años de labor humanitaria, Romero ha escuchado innumerables historias de migrantes que cruzan México persiguiendo sueños de mejores oportunidades, pese a los riesgos y a las tragedias que en ocasiones enfrentan, como caídas y amputaciones. "Ellos no vienen queriendo perder las piernas o las manos; vienen con sueños y aspiraciones", expresó Romero ante los jóvenes.
Romero Vázquez comentó que, en sus inicios, los migrantes que ayudaban eran en su mayoría hombres jóvenes; sin embargo, a partir de 2018, ha incrementado la llegada de mujeres y familias completas, incluyendo adultos mayores. “Nos preguntamos por qué ahora también adultos mayores deciden migrar, habiendo pasado ya la mayor parte de sus vidas en sus países”.
Cómo ayudar a una persona migrante
Respecto a cómo ayudar a una persona migrante durante su paso por el país, Romero Vázquez comenta que a muchos se les puede orientar, ya que desconocen su ubicación y muchas veces no saben ni dónde están.
“Con el simple hecho de decirles dónde pasa un autobús o cómo llegar a un lugar, ya les estás ayudando, porque los migrantes a veces tienen miedo de preguntar. Temen que alguien quiera aprovecharse de ellos, cuando en realidad solo buscan ayuda”, explicó.
“La gente que viene de fuera muchas veces solo necesita una dirección. Es decirles: ‘Ve por aquí, no pases por allá porque es peligroso y hay personas que se dedican a asaltar o lastimar a los demás’. Solo se trata de orientarlos un poco”, señaló.
Muchos migrantes en las carreteras solo buscan una moneda para continuar su camino, ya que su objetivo no es quedarse en Xalapa, Córdoba o Orizaba. Ellos quieren seguir adelante para alcanzar su sueño de llegar a Estados Unidos o Canadá. “México no es una opción”, aseguró.
Un cambio desde la sociedad civil
Romero Vázquez considera que el cambio necesario para mejorar la situación de los migrantes no provendrá del gobierno, sino de la ciudadanía. “El cambio está en la gente, en la sociedad civil. No solo hablamos del migrante centroamericano, sino también de los mexicanos que sufren por falta de empleo y otros problemas”.
Aseguró que el grupo de mujeres que forma Las Patronas ha sido siempre apartidista, confiando en la solidaridad de la sociedad civil y de instituciones educativas que han apoyado su labor.
Romero instó a la juventud a ser conscientes de la situación y a actuar en solidaridad con quienes atraviesan el país en búsqueda de una vida mejor.
Con sede en Guadalupe La Patrona, en el municipio de Amatlán de los Reyes, Veracruz, el grupo de mujeres Las Patronas ha brindado apoyo a los migrantes desde 1995, distribuyendo alimentos y artículos básicos que obtienen gracias a donaciones de la comunidad.
Romero explicó que no hacen distinción entre migrantes mexicanos o centroamericanos, ya que consideran que todos enfrentan las mismas dificultades en su trayecto.
La conferencia con causa
Evaristo Mendoza, director solidario de la Licenciatura en Criminología y Criminalística de la Universidad Popular Autónoma de Veracruz (UPAV), indicó que el evento se realizó en coordinación con el Instituto Municipal de la Mujer de Xalapa y la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas, en el marco del Día de la Criminóloga y el Criminólogo, que se conmemora el 16 de noviembre.
El objetivo es sensibilizar a los estudiantes de esta licenciatura en temas cruciales, como la migración y la violencia de género, visibilizando estos fenómenos e incentivando su participación en asuntos que también pueden ser abordados desde la criminología.
La conferencia con causa, organizada en el auditorio de la Iniciativa Municipal de Arte y Cultura (IMAC) en Xalapa, logró reunir las donaciones de más de 300 asistentes, quienes aportaron alimentos y productos básicos destinados a apoyar a los migrantes que reciben ayuda de Las Patronas.
El fenómeno de la desaparición
En entrevista previa a la conferencia realizada por la UPAV, en Xalapa, Norma Romero Vázquez, coordinadora de Las Patronas, expresó su preocupación por la desaparición de migrantes en Veracruz, destacando los riesgos que enfrentan en su tránsito por el estado.
A pesar de no contar con cifras exactas, Romero Vázquez indicó que los casos de migrantes desaparecidos incluyen tanto a hombres como a mujeres, y es una situación “triste” debido a la incertidumbre sobre su paradero.
Romero explicó que los migrantes que pasan por el albergue de Las Patronas suelen estar de paso, lo que dificulta el seguimiento de su situación. “Muchos migrantes nos dicen que alguien se quedó atrás, pero en realidad no sabemos si solo se quedó o si ha desaparecido en el trayecto”, comentó.
Los testimonios recopilados revelan que los migrantes son frecuentemente víctimas de asaltos y secuestros mientras cruzan zonas de alto riesgo como Tierra Blanca y Medias Aguas (Sayula de Alemán).
Romero también denunció que los migrantes suelen ser engañados por transportistas que se aprovechan de su vulnerabilidad y falta de documentos, extorsionándolos o dejándolos en zonas peligrosas.
Uno de los mayores desafíos, según la activista, es la desconfianza de los migrantes hacia las autoridades, lo que impide que denuncien los delitos de los que son víctimas. “No quieren denunciar ni esperar el proceso. Solo desean continuar su camino y evitar el contacto con el sistema judicial, que sienten que no los ayudará”, explicó.
Sobre una posible colaboración con la nueva administración estatal, Romero señaló que su grupo mantiene independencia de los partidos políticos.
“Nunca hemos confiado en los gobiernos, ni creo que lo vayamos a hacer”, subrayó. Afirmó que la migración continuará pese a las barreras y la militarización de las fronteras, pues las políticas restrictivas no logran frenar el flujo de personas que buscan mejores oportunidades.
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