La inflación no respeta ni a los vendedores de tortas, tacos y pizzas de la ciudad, pues recientemente han tenido que subir sus precios ante los aumentos registrados en varios de sus insumos y no descartan que antes de que termine el año puedan darse más.
Los tradicionales tacos del parque Juárez “Tacos la Tía” con 55 años de tradición tuvieron que subirle un peso a ese alimento, por lo que, los que costaban 14 pesos ahora cuestan 15, lo mismo que las tortas; otros subieron hasta dos pesos, lo que depende del guisado.
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Carlos Clemente Aguilar explica que, aunque están tratando de cuidar el bolsillo de sus clientes, si los aumentos continúan, tendrán la necesidad de subirle aún más, “no podemos aguantar mucho así”. “Esta semana hemos incrementado ya el precio del taco, yo ya lo había pensado hace unas semanas, pero traté de aguantar un poco más y esta semana, la que acaba de pasar, me volvieron a subir prácticamente todo y ya hubo la necesidad de incrementar nosotros el precio de los tacos y las tortas”.
Añade que la base para preparar sus alimentos son el huevo, el gas, aceite y harina y todo ha ido al alza, “el huevo acaba de incrementar y al parecer va a seguir incrementando, las carnes que ocupamos, el pollo aumentó, el gas sube y baja, pero los precios ya son muy altos”.
Detalla que antes de la pandemia por Covid-19 trataban de incrementar sus precios, pero cada dos o tres años, lo que ahora ya es imposible, por lo que este es el segundo año consecutivo que tienen que aumentar sus precios. Antes de la pandemia los tacos estaban en 13 pesos, subió a 14 tras la crisis sanitaria y ahora tuvieron otro aumento que podría no ser el último del año. Sergio Cisneros, de la taquería “Tacoriendo”, explica que, desde hace tres semanas, la orden de tacos que tenían en 50 pesos ahora la venden en 60 pesos y el kilo que vendían en 200 ahora está en 260 pesos.
Hemos tenido que subir el precio normal anteriormente, empezamos en 200 pesos, ahora ya los tenemos en 260 el kilogramo de carne al pastor y árabe
Las tortas que costaban 60 pesos subieron a 75 pesos porque el queso y el gas han tenido un aumento exponencial. “Antes con mil pesos durábamos toda la semana, el año pasado con mil 500 pesos, ahorita por semana son 2 mil 500 pesos de gas. Estos incrementos se dieron desde hace tres semanas porque ya no aguantamos más, ya era imposible, la carne subió 13 pesos el kilo en el último mes, y por la calidad que manejamos no podemos bajarla”.
Ante esto, los clientes han ido aceptando los aumentos, pero las ventas sí han disminuido, “pero si se venden 10 kilos, con eso me da para mantener (el negocio) pero en realidad no es que esté redituable”. Asimismo, advierte que sus proveedores les han hecho saber que los precios pueden seguir subiendo por lo que no descarta que se vean obligados a repetir los aumentos.
Las pizzerías no son la excepción, en Pizzería La Bodeguita explican que en los últimos meses se vieron forzados a incrementar 30 pesos a las pizzas que venden ante el aumento de la harina y otros insumos.
“A inicios de año se elevó el costo de la harina y eso nos repercutió mucho ya que la harina la ocupamos para prácticamente todo nuestro menú, porque son pizzas, ocupamos harina para alitas, dedos de queso y ciertos productos y al incrementarse la harina y veníamos de rachas de ventas bajas y tuvimos que reacondicionar nuestro menú”, dice Luis Mota, gerente de marketing de La Bodeguita.
Sostiene que, aunque siguen buscando tener precios accesibles sí tuvieron que aumentarlos ante los incrementos en varios insumos. "Actualmente todavía tenemos ciertos productos que por costeo no nos generan utilidad mayor o son simplemente un punto de equilibrio, no estamos ganando nada de esos productos porque si les incrementamos mucho para sacar alguna utilidad, obviamente el producto ya no se va a vender, como el caso de las alitas que no hemos podido incrementarle mucho ni sacar un tipo de promoción porque no nos da para realizar esa elasticidad con el producto”.
Por ello, la orden de seis alitas que costaba 50 pesos, pasó a 60 pesos, “porque si le subíamos, digamos, 30 pesos, al consumidor ya se le iba a hacer un cambio muy drástico de un día a otro y sí vamos incrementando los precios, pero también paulatinamente”.
Así, advierte que a finales de año podría haber otro aumento en algunos de los alimentos que ofertan porque los insumos no bajarán de precio.
“No descartamos eso porque sí manejamos un gran volumen de ventas, pero el que nosotros vendamos mucho no significa que todo eso sea nuestra ganancia, también manejamos costos fijos como la luz, nómina, gastos que tenemos en cada sucursal".
¿Cómo le hacen vendedores de pizza para no soportar alza a precios?
Candelario Arellano Méndez del restaurante “KM 14 Bistro & y Café” se ha convertido en “todólogo”, ante los incrementos registrados en prácticamente todos los insumos, decidió tomar un curso de electricidad del Instituto de Capacitación para el Trabajo (ICATVER) para ahorrarse los pagos que tenía que hacer por desperfectos en su negocio.
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Candelario es contador de profesión, hace cinco años puso ese restaurante ubicado en la carretera Federal Xalapa-Veracruz kilómetro 14 y aunque no ha sido fácil sostenerlo, sobre todo con esta escalada de precios recientes, ha tenido que implementar algunas medidas para hacerlo rentable.
“Desde que empezamos a trabajar la verdad es que muchos productos han subido, antes de la pandemia, la bolsa de pepperoni empezó a subir que de 5 o 10 pesos, pero de año y medio para acá los precios se han disparado, tanto que esa bolsa hoy cuesta casi 500 pesos cuando yo la compraba en 280, otro producto que subió muchísimo es el bulto de harina, un bulto de harina de 44 kilos la compraba en 300 pesos, luego subió a 350, 400, y luego 480 y subió a 500 pesos; ya el bulto lo compré casi en 870 pesos hace como tres días”.
Sostiene que al inicio intentó mantener los precios de sus alimentos, pero ante las constantes alzas en todos los insumos se vio forzado a subir la carta y 10 pesos a cada pizza desde febrero del año pasado. Pero los aumentos no pararon y este 2022 en los primeros meses, volvieron a subir el precio de las pizzas en 5, 10 o 15 pesos dependiendo del ingrediente, porque han buscado no disminuir la calidad de sus productos. Ante esto, les fue necesario imprimir nuevas cartas pues todos los productos, alimentos y bebidas tuvieron aumentos, lo que además significó otro gasto.
Además, ha buscado reducir sus gastos, en primer lugar, con el personal que les ayuda, por lo que ahora sus hijas que son adolescentes, se han sumado al trabajo del negocio los fines de semana.
“Se vienen conmigo, les enseño a trabajar y les pago a ellas. De esa manera si hay un fin de semana lluvioso, frío y que no tengo ventas, yo las mando a descansar a la casa y me ahorro un sueldo de personal y si ese día es bueno y hay ventas, yo les pago a ellas y el dinero queda dentro de mi casa porque ellas al tener dinero, ellos empiezan a comprarse sus cosas con su propio dinero y eso a mí me ayuda”.
Otra medida fue sacar de su negocio el refrigerador de la Coca Cosa porque cada bimestre pagaba cerca de 5 mil pesos, y gracias a que lo sustituyó empezó a pagar cerca de 3 mil 500 pesos.
“Si yo me gano 30 pesos por pizza, digamos ya libre, ¿cuántas pizzas tengo que vender para juntar libres 5 mil pesos para entregárselos a CFE?, es un trabajal lo que tiene uno que hacer para poder sacar eso”.
¿Cómo van los precios de otros productos?
En el restaurante El Itacate ubicado en la calle Altamirano, también están por estrenar carta, por el segundo incremento en los alimentos que tendrán este año. “Ya nos están diseñando la carta, ya la están haciendo y yo creo que en 15 o 20 días ya la vamos a tener, no fue mucho (el incremento), fueron como de 5 pesos por platillo”.
El costo que sí conservan entre semana es el del menú diario del cual manejan tres precios: 85 pesos, 95 pesos y 100 pesos; “nuestros precios no son tan elevados, están bastante accesibles”.
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Así, platillos como los camarones se quedarán en 160 pesos, estos no sufrirán aumentos, pero los platillos de especialidad y desayunos tendrán incrementos de 10 pesos. Los chilaquiles que estaban en 80 pesos, costarán ahora 90 pesos, la orden de picaditas pasará de costar 75 a 85 pesos.
Los platillos con carne que tenían un precio de 130 pasarán a 140 pesos; el plato más caro es de fajitas y plato de arrachera que pasará de 150 a 160 pesos.
Por la pandemia, el número de mesas fue reducido para guardar la distancia recomendada, ahora que las restricciones han disminuido, han podido ir agregando otras y ello les ha ayudado a ir reactivando la economía.