Los feminicidios, la violencia doméstica y la manipulación que realizan hombres en agravio de mujeres se mantienen vigentes a pesar de la lucha realizada por colectivos para acabar con su incidencia, dijo Mario Torres Osorio, fundador de Hombres responsabilizándose de su vida.
Además, señaló que otra situación grave consiste en las desapariciones, entre las que suele haber niñas y mujeres jóvenes de 13 a 20 años de edad entre las víctimas.
¿Qué se necesita para erradicar la violencia contra la mujer?
En conferencia de prensa en el auditorio de Iniciativa Musical Arte y Cultura (IMAC), el activista sostuvo que para acabar con la violencia contra las mujeres es necesario que los hombres reconozcan que las agresiones no forman parte de la relación.
Algo muy común y que puede creerse como algo normal es el control que se realiza de la mujer a través de su celular y de su forma de vestir, señaló.
Actualmente, sostuvo que hay más hombres que se unen al trabajo doméstico, aunque esa acción no es suficiente, pues lo primordial es el respeto mutuo y el valor que se le da a las mujeres a través del respeto de sus acciones y decisiones.
En términos legales, las mujeres han logrado grandes avances, pues a través de sus movimientos sociales han empujado legislaciones como la del derecho al aborto seguro y de una vida libre de violencia.
Además, también lograron que durante el año pasado que fuera aprobada Ley Olimpia, que penaliza la violencia digital.
Mientras tanto, según él, los hombres están atrasados en buscar o garantizar el respeto de las mujeres, pues hay quienes piensan que con el hecho de respaldarlas se perderán de ciertos privilegios que tuvieron durante años por el simple hecho de ser varones.
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También señaló que las mujeres empujan a una igualdad y a una equidad laboral para gozar de oportunidades de trabajo, de educación de salario, de vivienda al igual que los hombres, sin embargo, para los varones podría sentirse como una amenaza y esa ideología debe terminar para dar paso al respeto, a la equidad y a la igualdad.