Virginia: “Nunca estuve sola en la lucha contra el cáncer”

Cuando le detectaron cáncer, su hija tenía 8 años, por lo que luchó para sanar

Itzel Molina  Diario de Xalapa

  · miércoles 19 de octubre de 2022

Virgina luchó para sanar y cuidar a su hija; lo logró | Foto: Pexels

El cáncer no ha vencido el ánimo y la entrega de Virginia, quien cada día agradece a Dios por continuar con vida a pesar de los múltiples tratamientos a los que se ha sometido. Al ser trabajadora del sector público un día, hace ya casi quince años, tuvo la oportunidad de realizarse estudios completos, los cuales incluyeron una mastografía.

Pese a que en ese entonces contaba con sólo 38 años solicitó que se le practicara este examen, el cual se realiza a partir de los 40 años de edad. Fue ahí que descubrió que tenía una “bolita” en el seno derecho. “Algo me decía que debía hacerme ese estudio y fue lo que hice, ahí fue cuando me di cuenta que algo no estaba bien, pero también tenía la fuerza para enfrentar lo que fuera”, dijo.

Tras dicho estudio debió acudir con un especialista que le confirmó lo que ya temía, que se trataba de cáncer de mama. Aunque la noticia fue devastadora, supo que debía salir adelante por su hija, que en ese entonces tenía apenas 8 años de edad, y debido a que recientemente había pasado por el fallecimiento de su pareja, el padre de la menor.

¿Cómo podía sanar del quiste mamario?

El especialista le señaló que debía realizar la extracción del quiste mamario, además de someterse a tratamientos de quimioterapia. Tras el procedimiento, estuvo 15 días convaleciente y recibió 10 quimioterapias, además de 25 radioterapias, proceso que tuvo una duración de casi dos años.

“Cuando pasas por todos esos procedimientos lo único que agradeces es seguir con vida, en mi caso, yo tenía que continuar por mi hija, así que cada vez que me sentía derrotada pensaba en lo importante que era tenerla a mi lado”, expuso. Tras el tratamiento, empezó a sufrir la caída del cabello, tener vómito y algunos mareos, síntomas que la hacían estar extremadamente débil y decaída.

“Tuve periodos largos sin poder comer y sin querer levantarme de la cama, cada 28 días que se llevaba a cabo uno de estos procedimientos era lo mismo, ahí fue indispensable el apoyo de mi familia para salir adelante, mis padres, mis hermanas me ayudaron para poder continuar en esta lucha, nunca estuve sola”, expresó.

Luego de casi dos años de quimioterapias y radioterapias debía acudir a consulta cada tres meses y practicarse análisis de diferentes tipos para descartar la presencia de células cancerígenas.

¿Cómo son sus revisiones ahora contra el cáncer?

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El periodo aumentó y en un tiempo las citas eran cada seis meses y actualmente acude a revisión médica anualmente, dado que debe mantenerse en observación.

A partir de ello, debió cambiar su estilo de vida y adaptarse a las circunstancias generadas por este padecimiento, sobre todo porque no quiere pasar por los tratamientos nuevamente.

“Aprendí que la alimentación es muy importante, también se debe estar tranquila para evitar las células cancerígenas, yo no tomo, no fumo, trato de no desvelarme, hago ejercicio y busco llevar una vida lo más saludable que pueda, yo, al igual que otras mujeres, soy ejemplo de que el cáncer se puede curar si se detecta a tiempo”, comentó.

Dada su experiencia, pide a las mujeres revisarse constantemente y no dejar pasar las oportunidades de chequeos generales, pues con ello pueden salvar su vida.

“Se trata de dedicar unos minutos a la revisión de los senos, a la realización de los análisis, de los estudios que sean necesarios, eso puede hacer la diferencia, yo lo que le pido a todas las mujeres es que al primer signo o molestia que sientan acudan con un médico, ni pierden nada y, al contrario, pueden salvar su vida, Dios me dio una segunda oportunidad, la estoy aprovechando al máximo porque no todas tenemos las mismas posibilidades de lograr salir adelante”, agregó.