Veracruz, Ver.- “Hola buenas noches ya estamos aquí, aquí está la rama que te prometí”, es el peculiar verso con el que inicia el canto de La Rama, una tradición cien por ciento veracruzana que se vive durante las fiestas decembrinas, que sorprende a foráneos y que se encuentra arraigada al folclor jarocho.
Esta tradición consiste en la decoración de la rama que es tomada de un árbol, con globos, serpentinas de colores luminosos y papel picado, que es cargada por un grupo de personas, regularmente jóvenes y niños, mientras se visita casa por casa recitando breves rimas y décimas jarochas, a veces acompañada de jaranas y un fandango.
¿Cómo inició la tradición de La Rama?
La Rama es una tradición que surge en el siglo XIX, de acuerdo con lo que describe el historiador Ricardo Cañas Montalvo, experto en historia de Veracruz y folclore. En los pueblos de la región ubicada entre el puerto de Alvarado y hacia el sur de la entidad, se acostumbraba esta práctica desde entonces.
Aunque se desconoce el autor de esta tradición, se sabe que en el inicio se realizaba entre el 25 y 6 de enero de cada año, como un pretexto para seguir las fiestas de Navidad y de Año Nuevo, manteniendo el ambiente de celebración durante todo el mes.
Actualmente, las fechas en las que se saca a La Rama es entre el 16 y 24 de diciembre, de manera paralela a las posadas, aunque en algunas poblaciones de municipios tradicionales como Tlacotalpan, se mantienen las fechas originales.
“Ábreme la puerta poquito a poquito porque en esta casa hay un arbolito, en el arbolito hay un Santa Claus y en el nacimiento hay un niño Dios”, es uno de los versos comunes en los cánticos, y da cuenta de la fecha en la que se daba la celebración.
Ricardo Cañas cuenta que en un inicio se trataba de un compromiso que se establecía entre los portadores de La Rama y las familias, ya que durante el día se les decía que se les visitaría, si aceptaban, al llegar se les recibía con comida, bebidas y fiesta.
La tradición pronto se extendió a otras regiones del estado de Veracruz, a este puerto llegó en la ampliación portuaria del siglo XIX, debido a que muchos trabajadores eran originarios de la porción sur de la entidad.
Sus familias viajaban hasta Alvarado y llegaban en el tren al puerto de Veracruz portando La Rama en las ventanas de los vagones a su llegada, de ahí la llevaban con sus familiares y la paseaban por las colonias de Veracruz, que lo veían como algo novedoso y que pronto adoptaron.
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En el puerto de Veracruz, La Rama dejó de ser llevada bajo un compromiso previo, para ser paseada en todas las casas, en donde se pedía un “aguinaldo”, el dinero que se recibía se utilizaba para hacer las fiestas de las posadas o de Navidad.
“Cuando se comenzó la ampliación del puerto de Veracruz en el siglo XIX, había mucho trabajo en la ciudad y muchos trabajadores de la región de Sotavento tomaban el tren que salía de Alvarado y la traían a sus familiares, comenzaron a recorrer las colonias con la rama y llamaban mucho la atención de las personas”.
¿Qué cambios presenta la La Rama actualmente?
En la actualidad La Rama presenta diversas variantes, desde las decoraciones que se utilizan hasta el cambio en los villancicos, rimas y décimas. El especialista afirma que es una tradición viva y recomienda que en medio de las modificaciones que cada grupo desee hacer, se priorice mantener la tradición para que pueda mantenerse como una parte de la identidad de los jarochos.
Angélica Angulo Serralde, directora del Jardín de Niños José Azueta, es una profesora orgullosa de que esta tradición se mantenga viva en sus aulas. Cuenta que cada año se enseña a los niños sobre esta tradición y este no será la excepción.
“Preservar las tradiciones para nosotros es importante, porque promoverlo con los niños es la base principal para preservarla con los niños, es una tradición muy bonita y es una tradición única que se vive en el estado de Veracruz”.
El dinero que recaudarán los días en los que saldrán a pedir la rama será utilizado para la posada que llevarán a cabo antes de concluir el ciclo escolar y a diferencia de otros años, en esta ocasión los padres de familia se han involucrado más, dejando claro que desean que sus hijos mantengan viva la tradición.
“Es bien aceptado, porque los padres de familia siempre han aceptado eso, ahora me ha sorprendido la iniciativa de los padres por la reacción, porque fue una iniciativa de ellos, nosotros teníamos planeada la rama y los padres le dieron otra dirección”.
