Con un pequeño cincel y un martillo, el xiqueño Rogelio Anell Lozada pasa horas dando forma a las piedras que hacen funcionar los molinos de nixtamal. Es un trabajo totalmente artesanal que requiere de horas de trabajo preciso y hasta casi matemático.
Sentado sobre una pequeña silla, en plena banqueta afuera del mercado Los Sauces, de esta ciudad, pasa horas trabajando con sus herramientas para dar forma de espiral a una piedra redonda que utilizan las máquinas utilizadas para moler el maíz y así elaborar las tortillas.
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¿Cómo elabora las piedras para los molinos de nixtamal?
Explica que su trabajo de mantenimiento de la piedra consiste también en retirar la masa que se le queda pegada durante el funcionamiento del molino y que afecta las líneas de la piedra. La piedra es de cantera, una roca volcánica que viene de El Seco, en el estado de Puebla.
Explica que no sufre mucho por trabajo porque molinos de nixtamal “hay muchos por toda la ciudad” y esa maquinaría requiere de un mantenimiento constante y él es la persona que puede hacerlo cuando lo requieren.
Indica que hay piedras de distintos tamaños y que las pulgadas son de acuerdo a la fuerza y tamaño de los molinos que se utilizan para moler el maíz que después será una exquisita tortilla.
Personas que como él trabajan en la preservación de estas piedras volcánicas “solo hay tres en Xalapa, pero dos ya somos viejos y un muchacho que apenas comienzan este trabajo”.
Es más, agrega que el joven que hace este trabajo ahora ya utiliza una pulidora, “pero ya la masa no sale igual, mientras que los viejos lo hacemos con cincel y martillo y nos requiere de más tiempo y mayor precisión”.
Dice que la fineza del trabajo es vital para obtener una masa adecuada, “por eso cuando van a un molino y la masa no está bien molida, tiene que ver el trabajo de mantenimiento de esta piedra”.
Don Rogelio explica como todo un experto que para un molino de masa para tortillas a mano es una fineza, pero para hacer tamales o tortillas de máquina es otra y es ahí la importancia que tiene el mantenimiento de los molinos.
Básicamente su trabajo es picar la piedra y darle forma para que el maíz se muela de forma adecuada. Hay que conocer el molino para darle el toque exacto que necesita para trabajar.
Del pago, pues reconoce que como todos los empleos en esta ciudad es muy mal pagado, “ora sí que nos dan lo que quieren a veces. Imagínese que por este par de piedras me dan 180 pesos. Si se les cobra más se quejan de que es caro”.
¿Cuáles son los costos de las piedras?
Una piedra nueva cuesta cerca de 300 pesos, pero después requiere darle mantenimiento y es donde entran sus conocimientos para que funcione de forma adecuada.
Explica que él ahora tiene 5 clientes que entre todos cuentan con unos 12 molinos “a los que les doy mantenimiento, pero salgo a Xico, Teocelo, Coatepec a donde requieren sus servicios y gracias a Dios ahí voy saliendo para llevar el sustento a mi familia”.
Narra que este oficio se lo enseñó su padre “y es algo que atesoro y hago con mucho amor y por eso ya llevo 40 años de servicio y he sacado adelante a cuatro hijas que estudiaron y se recibieron de este oficio que tengo”.