Veracruz, Ver.- A 21 años de la explosión en la zona de Mercados de la ciudad de Veracruz, los comerciantes que permanecen en el lugar han preferido olvidar el hecho y no hablar más del tema, pese a que se trató de una tragedia que enlutó a 28 familias.
En la esquina de Juan Soto e Hidalgo una placa con los nombres de las víctimas del aquel incendio es uno de los recuerdos de la tragedia; 20 metros más adelante sobre la misma calle se colocó otra placa en honor a Iván Gómez Gómez quien pasó a la historia como el héroe porque dio su vida por salvar a personas del incendio.
“Gracias Hijo por el pedacito de corazón que a todos los que tuvimos la fortuna de conocer nos regalaste y por el ejemplo de humanidad al dar tu vida por los demás” es el mensaje que se alcanza a leer, algunas letras se han borrado con el tiempo y donde está colocada es el lugar de un vendedor de volovanes que asegura no saber nada porque es nuevo.
“Ya deja ese tema, aquí nadie vende cohetes” es la respuesta de la mayoría de los comerciantes que se ubican en las calles de Juan Soto e Hidalgo, donde justamente años atrás se generó un incendio provocado por la venta ilegal de explosivos.
Enojados, y argumentando que están ocupados, los comerciantes se entretienen acomodando la mercancía que exponen sobre la avenida Juan Soto, donde se adueñaron de todo el arroyo vehicular mientras que los marchantes pasan entre empujones, cargando de productos.
Anteriormente se realizaba una misa para recordar a las víctimas, se colocaban algunos arreglos florales, pero en los últimos años la gente ha preferido olvidar y muchos más, son nuevos, no estaban en ese tiempo.
“Yo la verdad no puedo hablar del tema porque no estaba en ese tiempo y los que sí estuvieron pues me imagino que es doloroso recordarlo pero la mayoría de los que estamos aquí somos nuevos y como verá vendemos otro tipo de cosas, cohetes no”, asegura uno de los comerciantes del lugar.
La cifra oficial es de 28 muertos, sin embargo hay algunos que han llegado a comentar que fueron más pues ese día el centro de la ciudad estaba lleno de personas entre comerciantes y ciudadanos que hacían sus compras de última hora.
“No me tocó pero sí he escuchado algunos compañeros que fueron más pero no sé yo no quiero decir nada porque no fue mi época”, comenta otro de los locatarios.
Los comerciantes aseguran que luego de ese suceso, se firmó un convenio para evitar la venta de materiales que representen un peligro para todos.
De hecho, desde el suceso, distintas autoridades hacen operativos sorpresa para evitar la venta de explosivos y evitar otra tragedia similar, los comerciantes mencionan que han cumplido.
“No desde el accidente nadie vende, los del ayuntamiento y la policía han hecho rondines y buscan entre las cajas de la mercancía que vendemos y no han encontrado nada, nadie se atreve la verdad, es ponernos en riesgos a nosotros mismos”, expresa, Juan Carlos Mendoza, comerciante.
Decomisan productos de pirotecnia.
A más de dos décadas del hecho, el director de Protección Civil en Veracruz, Alfonso García Cardona aclara que dentro de los reglamentos de Comercio y Protección Civil ya está prohibida la comercialización en establecimientos.
En cuanto a la detonación, se trata de una alteración al orden público y entran directamente las fuerzas de seguridad pública.
“La pirotecnia es peligrosa, hay que saberla manipular para evitar un accidente y aun así aunque sea una persona que sepa manipular la pirotecnia, tengo probabilidad baja de que algo pueda salir (..) nosotros como Protección Civil intervenimos cuando nos solicitan apoyo y posteriormente para la destrucción del material”, expone.
García Cardona menciona que hasta ahora no se tienen reportes de personas lesionadas por el uso de pirotecnia pero llama a la población a evitar la utilización de estos mecanismos explosivos y denunciar su venta.
Por la tragedia hubo detenidos
Cabe destacar que luego de la tragedia del 31 de diciembre del 2002, autoridades del gobierno estatal realizaron investigaciones que desahogaron en la responsabilidad de Jovita Macario Romero, quien se había encargado de tramitar los permisos de los locatarios para la venta de temporada navideña en el mercado y productos explosivos como chispitas, luces de bengala y pequeños cohetes.
Sin embargo la situación se salió de control y presuntamente se comercializaron productos a base de pólvora de gran dimensión que provocaron la explosión en la ahora llamada zona cero.
Finalmente, los comerciantes dicen desconocer si este 31 de diciembre habrá misa en memoria de las víctimas, pues no han sido notificados de parte de la administración; anteriormente el obispo se encargaba de la celebración a la que llegaban familiares de los fallecidos en la tragedia.