No acercarse a perros que no conoces, prestar atención a sus señales de incomodidad y evitar tocar zonas sensibles como cabeza, hocico, naríz y orejas son algunas de las recomendaciones que pueden servir para evitar ser mordido por un perro. Ya sea casero o de la calle, respetar su espacio personal es clave para convivir de manera pacífica con un perro y evitar que este llegue a dañarte.
De acuerdo a David Hernández Guzmán, educador canino de la escuela “Mi perro ideal”, los perros no atacan de manera súbita o sin razón sino que lo hacen debido a motivos muy específicos o cuando se sienten incómodos o molestos. Por ello, es responsabilidad de cada persona que se acerca a un perro saber detectar las señales previas de agresividad en estos animales y alertar a la gente sobre ellas.
Te puede interesar: “Manchas” perro policía de Nogales ¡ya es papá!
“Algo que siempre les digo a mis alumnos es que jamás intenten acercarse a un perro que desconocen. Las personas solemos ser muy invasivas con el espacio personal de los perros, lo que puede desencadenar en una mordida”.
Detalla que en el caso de perros con dueño, es necesario primero preguntarle a estos si se puede convivir o tocarlos y después cerciorarse de que el animal esté en disposición de jugar o sociabilizar. Para darse cuenta de esto, explica, basta con prestar atención al lenguaje corporal del animal. Si el perro se acerca a ti es claro que quiere convivir pero si, por el contrario, se echa para atrás te está diciendo que no te acerques y es mejor no hacerlo. “Dale la oportunidad al perro de decidir si quiere o no interactuar pero mantente atenta a las señales. A diferencia de nosotros los animales no se pueden comunicar verbalmente y lo hacen a través de un gruñido o de enseñar los dientes”, detalla.
Otra manera de evitar recibir una mordida o rasguño es no acercarse a perros territoriales o a aquellos que se encuentran resguardando casas o espacios ya que no sólo no tendrán ganas de jugar sino que van a defender su territorio. Para esto, el especialista recomienda no hacer contacto visual con el perro y tratar de evitar la zona en la que están para evitar conflictos o exponerse a situaciones de riesgo.
Algo similar ocurre con perros en situación de calle reconoce el entrenador canino quien explica que en este caso, la actuación de los animales está basada en la experiencia de haber convivido con personas que los agreden o les avientan agua, piedras o patadas. Por ello, la recomendación sigue siendo la misma: no acercarse a ellos y respetar su espacio personal.
RECOMENDACIONES PARA DUEÑOS
El educador canino señala que en caso de que hayas pasado por alto las señales previas de incomodidad y tu perro mordió a alguien lo primero que hay que hacer es cerciorarse que la persona mordida esté bien y prestarle ayuda.
Explica que un perro tiene diferentes tipos de mordidas y la más común es aquella que da para evitar situaciones incómodas. En este caso, se da “al aire” y en caso de haber tenido contacto con la piel los daños serán leves. “Si tu perro soltó inmediatamente hay que pedir una disculpa y analizar o pensar por qué se dio”, dijo. Destaca que más allá de los regaños, lo que funciona en estos caso es analizar las razones que lo llevaron a morder y trabajar en atender esas conductas.
Sin embargo, en los casos en que la mordida se haya dado como resultado de una conducta de agresividad, el especialista recomienda pedir ayuda a profesionales quienes están capacitados para determinar si se puede o no rehabilitar al animal. “Siempre hay que analizar el por qué se dio esta conducta. Puede ser algo fisiológico, algo aprendido o como resultado de algún trauma”, concluye.