Orizaba, Ver.- Lucía Tepole Ortega, defensora de la lengua y costumbres indígenas de la Sierra de Zongolica, resaltó que los pueblos indígenas pueden celebrar estar vivos, que por largo tiempo han sobrevivido a la discriminación, a la marginación, a las políticas integracionistas y ahora también, a la pandemia por Covid-19.
“En la Cuarta transformación, los pueblos indígenas ya no deberían seguir siendo solo folklor y retórica. Esta fecha hubiese sido el marco idóneo para la aprobación y promulgación de la Reforma a la Ley de Derechos de los Pueblos Indígenas y Afrodescendientes, en la que se reconoce ser sujetos de derechos, para su impacto en otras leyes como los Artículos 56, 57 y 58 de la Ley General de Educación, y finalmente se logre tener una educación para los pueblos indígenas con pertinencia cultural y lingüística”, resaltó.
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Añadió que no obstante todas las problemáticas que viven los indígenas, la lucha por mantener la cosmovisión, la lengua y la cultura, persiste a pesar de que el desarrollo se encuentra estancado.
“Hoy en día, la visibilizarían de los pueblos indígenas es la llave para que los pocos, pero comprometidos indígenas profesionalizados, tracen las rutas para que se reconozca el enorme valor de los sabios, literatos, sanadores, alfareros, artesanas, parteras, cocineras, ritualistas”, enfatizó.
En esa herencia cultural que sigue fluyendo por tradición oral, las mujeres como gestoras de vida, siguen siendo las transmisoras de la lengua, los saberes y la unidad comunitaria.
Por ello, consideró que es apenas justo el reconocimiento que la Organización de las Naciones Unidas hace en este 2022 a las mujeres indígenas, por preservar y transmitir el conocimiento tradicional. “Celebremos nuestra identidad, con orgullo y compromiso por ser indígenas”
Sigue folklorización de los pueblos indígenas
Por su parte, Jairo Guarneros Sosa, representante de la Coordinadora de la Sociedad Civil afirmó que los Pueblos Originarios tienen que integrarse al progreso, pero sin perder su cultura, ni sus tradiciones, ni su cosmovisión, para no perderse en aras de un progreso entendido desde una posición mestiza.
Resaltó que sigue habiendo una “folklorización” de los pueblos indígenas. “Muchos siguen usurpando el ser o pertenecer a una comunidad o pueblo originario, lo que no ayuda a mirar el atraso que viven, ni a mirar la deuda histórica que tiene el Estado con ellos.
Para que los pueblos salgan adelante requieren ser escuchados, por ejemplo, del acuerdo de Altepa, de pueblos originarios, parte de eso fue plasmado en el Acuerdo de los Pueblos Indios, que fue una de las mesas que el Ejército Zapatista de Liberación Nacional impulsó en los Diálogos de San Andrés", agregó.
Destacó que se requiere ver a los pueblos indígenas con respeto, de igual a igual y escucharlos. “Cualquier plan que desde el poder se quiera dar no podrá ser sin la toma de decisiones de los pueblos originarios”, enfatizó.
Indicó que se podía decir que necesitan carreteras, escuelas, pero, ¿qué educación se les dará?, ¿la elaborada desde un pensamiento mestizo? o donde los pueblos indígenas intervengan para decir qué educación necesitan ellos para que sus pueblos salgan adelante, sin dejar de ser lo que son.
Aseveró que, por esa falta de inclusión, los planes de desarrollo no están pensados en ellos. Están pensados en las necesidades del país, en las necesidades internacionales, nunca en que sean ellos quienes tomen las decisiones de lo que necesitan sus pueblos. Si se hiciera así, se podría hablar de una inclusión de ellos en el desarrollo del país.
Al no hacerlo, se les “folkloriza” con la celebración de danzas, se habla de que su cultura es muy rica, se habla del pasado grandioso, “pero nunca se reconoce la posición en la que están hoy los herederos de ese pasado grandioso”, acotó Guarneros Sosa.
Recordó que los pueblos originarios contribuyeron en el surgimiento de la Nación como en la Revolución Mexicana y, “a la hora de repartir los beneficios son los menos beneficiados”, concluyó.
(Publicada originalmente en El Sol de Orizaba)