CARDEL, La Antigua, Ver.- El miedo y la tristeza se respiran en Cardel. A una semana de la desaparición de Viridiana Moreno Vázquez, de 31 años, la población lamenta que la tranquilidad de esta ciudad, ubicada entre Xalapa y Veracruz, se haya acabado.
Y es que, aunque una parte de la gente no pierde la esperanza de que la joven madre esté con vida, otros más han reconocido que las posibilidades de que el milagro ocurra son casi nulas.
Así, mientras la familia de Viridiana sigue con su búsqueda, en Cardel mujeres de todas las edades han comenzado a tomar previsiones para protegerse, reconocen que han dejado de salir solas, buscan que alguien esté pendiente de su ubicación e incluso han considerado comprar gas pimienta para protegerse. Y es que la mayoría coinciden en que “pudo ser cualquiera” de ellas ya que Viridiana salió de su casa rumbo a una entrevista de trabajo en un hotel céntrico de la ciudad y ya no se supo más de ella.
“Pudo ser cualquiera, pude ser yo”
“Yo no la conocía más que de vista, pero pues sí da tristeza saber lo que le pasó”, asegura Daniela, una joven de 18 años que trabaja en un negocio familiar ubicado a unos metros de la vivienda de Viridiana. La joven reconoce que aunque quiso integrarse a los cuerpos de búsqueda, su mamá no la dejó por el miedo de que fuera a pasarle algo a ella. “Mi mamá me decía que no saliera, desde que supo estaba asustada y piensa que ahora se pueden llevar a cualquiera”, narra.
La preparatoriana asegura que aunque Cardel era una ciudad segura hasta hace unos años, este tipo de hechos ponen en evidencia la vulnerabilidad de la población, sobre todo de las mujeres. “Siento que pude haber sido cualquiera, pude haber sido yo, mi madrina o mi mamá. Es demasiado triste”, añade.
Sentada mientras espera a sus hijos en las afueras de la primaria Enrique C. Rébsamen de Cardel, Rosa asegura que los rumores de la muerte de Viridiana le provocaron una profunda tristeza ya que siente que pudo haber sido ella la que salió de su casa y nunca volvió.
La joven de 29 años cuenta que desde que se conoció el caso de Viridiana ha tenido más miedo de salir a las calles. Incluso, tiene pensado ocupar parte de su quincena para comprar un gas pimienta y traerlo consigo por las noches, ya que en su trabajo sale a las 11 de la noche y tiene que caminar sola a esas horas. “Yo tengo hijos y pensar que hay gente que te puede hacer daño me da terror; Pudo ser cualquiera a la que le pasara eso”, cuenta.
Aunque eran vecinas, Rosa asegura no haber conocido personalmente a Viridiana aunque sí sabía de ella ya que su hermana es su amiga. Por ello, no pierde las esperanzas de que sea localizada con vida, aunque reconoce que conforme pasan los días esto es más difícil. “Ojalá se haya ido con alguien o haya pasado algo que la tenga ocupada pero que no esté muerta”.
Recriminan a la autoridad por el caso
Aunque su familia no ha confirmado que los restos localizados en Chachalacas pertenezcan a Viridiana, la mañana de este miércoles un grupo de jóvenes colocó un letrero en el parque central de Cardel para recriminarle a las autoridades su actuación en el caso.
“Gobierno corrupto, por tu culpa estoy de luto”, se lee sobre las letras turísticas de Cd. Cardel.
Ahí criticaron que no se haya realizado la búsqueda necesaria en los días previos a su desaparición ni se hayan investigado a las personas que pueden estar involucradas en el caso.
Horas más tarde, un grupo de ciudadanos marcharon por las calles de la ciudad para exigir justicia en el caso de la joven y el esclarecimiento de su desaparición.
En Chachalacas, sitio en el que fueron localizados los restos de dos mujeres, así como identificaciones de Viridiana Moreno, autoridades llevaron a cabo labores de investigación.
Acompañados de elementos de la Comisión Estatal de Búsqueda, agentes ministeriales, periciales y de la Fiscalía General del Estado arribaron a la calle Quetzal, a unos pasos de la zona de playas y realizaron el acordonamiento de la calle sin dar a conocer los motivos del operativo.