Con una misa en la que se recordó la importancia que tienen los integrantes del sector salud, se conmemoró el Día del Médico en la Catedral Metropolitana de Xalapa.
A manera de homenaje, en las escaleras del altar fueron colocadas las fotografías y cenizas de cuatro médicos, una enfermera y un camillero que pertenecían al equipo del Centro de Alta Especializada (CAE) “Dr. Rafael Lucio” y que perdieron la vida en su lucha contra el Covid-19.
Entre el personal médico que fue recordado este día se encuentran: La enfermera María Francisca Herrera Chiquito; los médicos Víctor Rivera Uribe, Jorge Enrique Matus Castro, Luis Jorge Oviedo Loranca, Alfredo Camacho; el camillero Jesús Sosa, y la doctora Gabriela Contreras.
La celebración fue presidida por el Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Xalapa, José Rafael Palma Capetillo, quien reconoció la labor que los especialistas en materia de salud realizan para hacer frente a la crisis sanitaria en la que nos encontramos a causa del coronavirus.
Durante su mensaje pidió a los feligreses elevar oraciones por quienes han perdido la vida en su lucha por ayudar a los pacientes que han dado positivo a este virus, pero también para todos los que atienden a las personas que cuentan con otras enfermedades.
“Es momento de agradecer y recordar que todo el personal médico pone su vocación por encima del riesgo que tienen diariamente, enviemos una oración por quienes han sido llamados por Dios en la vida eterna”, dijo.
El sacerdote pidió a la población valorar la labor que realiza el personal médico, ya que en algún momento de la vida se requiere del apoyo profesional de quienes únicamente buscan defender la vida, la integridad y la buena salud.
Recordó que la realidad actual obliga a recordar que la pandemia por Covid-19 ha dañado a todo el mundo, por lo que se debe tomar conciencia del riesgo que corren el personal médico que se encuentra en la línea de batalla.
“El trabajo de médico es una mezcla de capacidad y vocación, pero también una elección de Dios porque ni todos pueden, ni todos quieren, ni tienen las mismas aptitudes. La vocación del médico, elegido por Dios, tiene una labor muy importante que realizar, por eso debemos pedir por el personal de la salud para que sean fieles a la vocación que el señor los llamó”, expuso.