Conductores de pipas que transportan agua de la congregación El Castillo a viviendas, oficinas, comercios, hospitales y dependencias de Xalapa, cerraron el acceso al sitio donde se surten del recurso para exigir que se respeten su derecho a trabajar dado que dicen que pagan impuestos.
¿Qué denuncian los conductores de pipas de El Castillo?
Denuncian que existen tomas clandestinas de las que se llevan el agua las 24 horas, sin que ninguna autoridad tome medidas.
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Indican que ahora enfrentan un conflicto con el agente municipal, Oscar Luna Mendoza, debido que intenta cerrarles el acceso con el pretexto de que bajó el nivel de agua del manantial, “lo que es algo normal dado que no ha llovido, pero agua sigue corriendo y solo se toma la que irá finalmente a terminar a la laguna y terminará contaminada”.
Poco después del mediodía los conductores de pipas cerraron los dos accesos al lugar donde cargan las pipas que dicen abastecen a infinidad de establecimientos de Xalapa. Surten viviendas, dependencias, oficinas, hospitales y todo el que lo requiera, “así que pretenden afectar el abasto de la capital solo por intereses políticos de esta persona”.
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A partir de ese momento y por tiempo indefinido no llevarán más agua a la capital, “porque quieren enfrentarnos con la población y nosotros no lo queremos así, solo queremos trabajar y llevar agua a quienes lo solicitan porque en la ciudad no la hay”.
Afirman que los que se abastecen de este sitio, que está en la entrada a la congregación de esta congregación, son un grupo regulado de 15 piperos denominado “Piperos unidos del Castillo”.
Daniel Ceballos Rivera expone que ellos solo trabajan de día, mientras que hay otros sitios a donde llegan unas 20 pipas de Banderilla y Xalapa, día y noche para llevarse el agua y a ellos nadie les dice nada. “Ellos hacen negocio solo cuando hay desabasto. No trabajan todos los días como nosotros. Abrieron dos cargaderos clandestinos y no hay quien les diga nada”.
¿Qué dicen los habitantes de El Castillo sobre el agua que toman las pipas?
Por su parte, Rafael Hernández Gutiérrez comenta que es injusta la situación porque el comisariado ejidal quiere quitarle el acceso al agua, con el pretexto de que la gente está molesta, “pero trae a personas que no son de la congregación a protestar”.
Afirma que ellos hacen labor social, llevan agua a Protección Civil, a bomberos para los incendios, hospitales y apoyan a todos los que les falta agua.
El agua que toman, señalan, no es de inicio del manantial, sino del cauce que irá a parar a la laguna donde se contaminó, “es un excedente, así que no pueden acusarnos de llevarnos el agua del pueblo, eso no es así”.
Resalta que es un tema político el problema, que es necesario que la autoridad vea quiénes trabajan y pagan impuestos y quiénes aprovechan la situación de desabasto para hacer negocio, eso es lo que se tiene que ver y analizar para resolver este problema que afectará a Xalapa.