Desde hace más de una semana el profesor de idiomas Julio del Mar se dedica a dar agua y alimento a los más de 30 gatos que viven abandonados en el antiguo panteón 5 de Febrero. Conmovido por la situación de esos animales, diariamente hace un esfuerzo por pasar a visitarlos, darles agua y croquetas.
El docente da clases particulares y aunque sus ingresos disminuyeron a causa de la contingencia sanitaria, dice que es importante no descuidar a esos animalitos, que sienten y sufren como cualquier ser vivo con necesidades.
Al inicio, los gatos desconfiaban de él cuando lo veían acercarse, sin embargo, tras reconocer que solamente les lleva comida con el paso de los días comenzaron a tenerle confianza. Algunos de los gatos lo reconocen a simple vista y empiezan a asomarse por el portón en espera de que el maestro saque el alimento que lleva en bolsas.
De inmediato los mininos se reúnen para disfrutar de la comida y del agua que reciben.
El profesor Julio del Mar dijo querer a los animales y que todos aquellos que son nobles con esos seres vivos demuestran que pueden ser sensibles y buenos con sus semejantes.
Durante el tiempo que ha dedicado para alimentar a los gatos del antiguo panteón dice que se ha percatado de la existencia de al menos 30 felinos de diversas edades y colores, algunos con ojos de color azul intenso y otros con pelaje negro brilloso, como las panteras. Entre los gatos hay uno que identifica como "el más viejo", pues basta con verlo para notar que camina con cansancio e incluso en su rostro se puede ver el efecto del paso del tiempo.
Para los próximos días el docente contempla llevarles un poco de leche y pide el apoyo de la ciudadanía para que esos animales y todos aquellos que se encuentren en condiciones similares reciban el apoyo necesario para que dejen de sufrir, como los del panteón 5 de Febrero.