Mascotas: del maltrato a extremos cuidados y amor

La llegada de Sam a la vida de Adriana, una maestra de primaria y activista, se dio cuando el animalito estaba por ser entregado en adopción

Ingrid Ruiz | Diario de Xalapa

  · domingo 10 de abril de 2022

La llegada de Sam a la vida de Adriana, una maestra de primaria y activista, se dio cuando el animalito estaba por ser entregado en adopción, pero al final terminó siendo adoptado por ella misma | Foto: Raúl Solis | Diario de Xalapa

Veracruz, Ver.- A lo largo de siete años, “Sam” es un perrito cruza de french con cocker que ha acompañado a Adriana, como su mejor amigo, recibiendo la mejor atención en alimentación, cuidados y entretenimiento.

La llegada de Sam a la vida de Adriana, una maestra de primaria y activista, se dio cuando el animalito estaba por ser entregado en adopción, pero al final terminó siendo adoptado por ella misma.

Un amigo se iba de la ciudad y le dolía mucho tener que dejar a su perro, yo colaboro con la asociación Animal a salvo, y le prometí que me encargaría de llevarlo con una familia que lo cuidara y amara, pero desde el momento que se subió a mi camioneta, el perro se me clavó en el cuello, se aferró, dicen que los animales te eligen, yo había querido tener un perro pero por tiempo y trabajo no había concretado, lo llevé con una familia pero no se quiso quedar y cuando llegue a mi casa se sintió como en la suya, desde ahí se quedó conmigo, se adueñó de mi casa y de mi vida”, relata.

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En todo este tiempo, Adriana invierte su dinero y tiempo en su perro ya que además de una buena alimentación y servicio médico, “Sam” asiste a una guardería donde incluso hace unos días le celebraron su cumpleaños junto con otros “amiguitos perros”.

En veterinario invierto como 800 a 900 pesos, su baño y su estética cada 15 días unos 330 pesos, le compro alimento de un kilo que dura de 10 a 15 días a veces premium, le voy cambiando porque se aburren de lo mismo, le doy hígado de pollo, carne, y lo llevó a una guardería donde convive con otros perros, eso le ha ayudado mucho, lo he incorporado a mi vida, en los trabajos que he tenido lo he uniformado como parte del inventario, y me acompaña a todos lados”, afirma.

Argumenta que aunque hay personas que opinan que humanizar a un perro es un tipo de violencia, a su consideración es mejor traerlos limpios y arregladitos que en la calle, abandonados a su suerte.

Adriana invierte su dinero y tiempo en su perro ya que además de una buena alimentación y servicio médico, “Sam” asiste a una guardería donde incluso hace unos días le celebraron su cumpleaños junto con otros “amiguitos perros | Foto: Raúl Solis | Diario de Xalapa

Si le compras ropa o no a tu perro es cosa tuya, mucha gente se enoja que porque los estás humanizando, te critican que eres la loca soltera con perros, que porque no tienes hijos pero creo que los perros no dejan de ser perros, es más violencia verlo en la calle y que pases sin indiferencia, la gente que le tira veneno", menciona.

Adriana exhorta a la población a cuidar a sus animales y darle la oportunidad a los criollos, dejando de lado que sean de raza pues al final “son los mejores amigos”.