Integrantes de la Compañía de Jesús (Jesuitas) realizaron una intensa labor social en Xalapa; dejaron una huella importante en materia de defensoría de los derechos humanos, ayuda a los necesitados y una amplia evangelización; se fueron de la Arquidiócesis por falta de personal al disminuir sus vocaciones y sus representantes envejecieron por lo que entregaron los templos a su cargo.
En Veracruz ya no hay ningún representante Jesuita y seguramente tampoco en el sur del país; de Puebla para arriba seguramente habrá comunidades de esta importante congregación católica, expone el párroco de la iglesia San Isidro Labrador de Otilpan, Rafael González.
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¿Qué hicieron los jesuitas en Xalapa?
Ellos realizaron un trabajo de evangelización de fondo en Xalapa. Inicialmente estuvieron en la zona del Correo, en lo que actualmente es la primaria Rébsamen, después estuvieron El Beaterio, fueron muy famosos y había “hombres santos e ilustres”. Eran confesores y ayudaban a las familias.
Después vivieron en El Dique, cuando estaba la anterior capilla, porque llegaron varios integrantes de Estados Unidos, realizaron un trabajo social y religioso muy importante. Ahí estuvieron varios años.
Lo que es cierto es que empezaron a disminuir su número y su trabajo fue menos impactante, pero vital para la comunidad sí, después pasaron a Los Corazones.
Ahí llegó Teódulo Guzmán que fue uno de sus representantes más críticos de la última generación de la Compañía de Jesús. Había grandes historiadores y maestros del Seminario de Xalapa. Los integrantes de la Compañía de Jesús eran hombres sabios.
Llegó el momento, relata que fueron envejeciendo y ya no tenían vocaciones para enviar a sus casas, como la de Xalapa, por la que tomaron la determinación de decirle al obispo Hipólito Larios que entregaban la iglesia Los Corazones y cerraban su casa en esta capital. “Varios estaban muy enfermos y se fueron para morir prácticamente”.
Resalta que hacían una gran labor con los estudiantes, “lo hacían muy bien porque eran activistas sociales, sobre todo, después del Concilio Vaticano II, en la década de los sesenta, se abrió una línea social y de ayuda humanitaria y defensa de los derechos humanos. Fue lo que hicieron en El Dique y Los Corazones.
Remarca que mucha gente los recuerda con gratitud porque fundaron Matraca que ayudaba a niños en situación de calle. Se decía que eran contestatarios y tal vez, pero buscaban hacer el bien siempre, sin dejar los religioso.
¿Quién fue el máximo representante de los jesuitas?
El padre de la Diócesis de Xalapa expone que los Jesuitas tuvieron a su máximo representante en Francisco Javier Clavijero, quien nació el 9 de septiembre de 1731 en Veracruz. Fue historiador y sus estudios sobre las antiguas civilizaciones amerindias lo convirtieron en uno de los historiadores más destacados de México.
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Él realizó estudios de teología, filosofía, letras y lenguas en diversos colegios y en el noviciado de la Compañía de Jesús. Ya ordenado sacerdote, se convirtió en uno de los maestros más prestigiosos de los colegios de la Compañía de Jesús.
En Xalapa está su estatua vestida como Jesuita y su sombrero en la avenida Xalapa, “se puso en la administración estatal de Rafael Murillo Vidal y se puso primero en la entrada de Xalapa, en la misma avenida, pero después se pasó a este lugar a petición el obispo Emilio Abascal”. Varias generaciones recuerdan a los Jesuitas como hombres sabios, cultos y que ayudaban a los necesitados en Xalapa, pero ahora siguen realizando esa labor en otras entidades del país.
¿Cuál fue la ayuda social que dejaron?
Sobre los Jesuitas, el sacerdote Juan Beristaín de los Santos, vocero de la Arquidiócesis de Xalapa, recuerda sobre ellos que algunos llegaron con el obispo Emilio Abascal que era también un hombre erudito. Hicieron mucho, dieron clases en el seminario y evangelizaron porque son personas polifacéticas.
Estuvieron aquí, pero se fueron reduciendo “se tuvieron que ir porque ya no tenían personal; se fueron por el año 2018, tenían varias iglesias, entre ellas, Los Corazones, en la calle Altamirano, a cargo del jesuita Teódulo Guzmán".
Este sacerdote originario de Teocelo realizó estudios y una maestría en Educación en Nueva York, Estados Unidos, dio clases en la Universidad Veracruzana, fundaron Matraca para ayudar a niños en situación de calle.
Los integrantes de esta congregación inciden en la realidad social y tienen un pensamiento muy crítico, “entonces ya no están aquí y se les extraña”.