Contaminación de relleno sanitario de Xalapa se extendería hasta Actopan, advierten

Problema de salud ha provocado enfermedades de la piel y gastrointestinales, dice especialista

  · lunes 23 de abril de 2018

Un problema de salud pública no sólo local, sino también regional, es la consecuencia social más grave que generó la empresa Proactiva Medio Ambiente por la mala administración que hizo del Relleno Sanitario de Xalapa, ya que por una parte expuso a la población que habita en un perímetro de cinco kilómetros a la redonda a enfermedades gastrointestinales, de piel y respiratorias y, por otra, contaminó con lixiviados los cuerpos de agua que desembocan en el río Actopan.

Así lo considera el coordinador general de la Unidad de Servicios Profesionales Altamente Especializados (USPAE) del Instituto de Ecología (Inecol), Rafael Villegas Patraca, quien califica el trabajo de esta empresa como un desastre.

El maestro en Biología de la Conservación por la Universidad de Kent, Inglaterra, expone que el primer problema que se encuentra cuando se analiza el manejo de los residuos sólidos urbanos que hizo Proactiva, es que no tuvo un control sobre las lagunas de lixiviados, además de que ingresaba mayor cantidad de basura de la que podía procesar, lo que rebasó su capacidad de respuesta.

Tampoco, añade, previó el nivel de precipitación pluvial que existe en la zona y los escurrimientos que genera, pues las corrientes de agua natural se mezclaron con las filtraciones de lixiviados, lo que ocasionó que éstos fluyeran como arroyos hacia terrenos aledaños.

La empresa debió tener contenedores para eso y no los tuvo, tampoco dio mantenimiento adecuado a la geomembrana, que con los años empezó a tener filtraciones.

El principal problema de Proactiva, dice, es el manejo que hizo de las lagunas de lixiviados: “eso es el foco más problemático, al tema de los lixiviados no se le puso atención en los cabildos anteriores y eso ha traído algunas consecuencias de salud pública en los alrededores del basurero, y eso no es otra cosa más que un mal manejo. Todo eso se está infiltrando al manto freático y los cuerpos de agua superficiales”.

El también doctor en Gestión Ambiental por la universidad de Edimburgo, Inglaterra, expuso que en el perímetro de los 5 kilómetros que rodean al Relleno Sanitario de Xalapa, ya se tiene el impacto del mal trabajo de Proactiva: “ha traído un montón de problemáticas gastrointestinales a los habitantes y eso es el principio de muchas implicaciones que hay”.

De acuerdo con el especialista, la gente que habita cerca del Relleno habría contraído enfermedades en la piel y vías respiratorias, ya que las corrientes de aire hacen que se esparza toda la contaminación.

“Este es un problema que ya le pega a los habitantes de Xalapa, sobre todo al primer cuadro de donde está el basurero. Los problemas de salud pública repercuten directamente en todos porque ya está en juego nuestra salud, en ese sitio ya empezaba a haber esas implicaciones”.

Villegas Patraca explica que el problema podría ser mayor, ya que los lixiviados son líquidos que van a las corrientes de agua superficiales o internas y terminan afectando la cuenca baja, media o alta del río Actopan: “Ya no estamos hablando del primer perímetro, sino de una implicación regional, porque esa agua alimenta a los arroyos, sobre todo de esa zona de la cuenca que va hacia el Descabezadero”.

Para el investigador titular del Inecol, una de las evidencias de ello son las enfermedades que han reportado personas de la zona por consumir agua de los pozos artesianos.

El hecho de que el Relleno Sanitario no recibiera el mantenimiento óptimo provocó que se convirtiera en un tiradero a cielo abierto que facilitó la presencia de fauna nociva como zopilotes, “porque al haber montones de basura tienen alimento todo el tiempo, se reproducen rápido y eso ya es una plaga, además de que hay perros, roedores, tlacuaches que se alimentan de todo lo que hay ahí; hay muchas cosas que se debieron haber parado desde hace años”. Incluso, dice, podría haber casos de rabia por la presencia de tlacuaches y perros salvajes.

Todo esto, advierte, no es nuevo; desde hace años se conocía la forma de operar de Proactiva, sin embargo no se hizo nada porque había un “negocio de por medio, y hablo de negocio en el sentido estricto de corrupción, yo no sé en qué grado, pero ése es un tema también. Había un problema ambiental, todo el mundo lo sabíamos pero nadie hacía nada”.

Durante mucho tiempo lo que único que se hizo fue ocultar el tema de los lixiviados: “se tapaban los problemas mediáticos con políticas públicas para ayudar a la gente que está alrededor, y eran mejoralitos para un infarto, paliativos para que las personas no hicieran más escándalos, cuando la solución era invertir dinero para tener un buen manejo de la basura, y en programas sociales alrededor del basurero, que de verdad implicaran una ayuda para quienes viven ahí”.

Expone que por ejemplo se llevaba servicios médicos y practicaban exámenes de sangre a la gente de la zona, “pero el problema es que los resultados de esos estudios los daban como cinco meses después y decían que no había ningún problema y ahí se paraba todo, y la gente ya no reclamaba… por supuesto que hay un problema de salud pública que se ha tapado”.

La decisión que tomó el Cabildo de Xalapa el 5 de abril de declarar la extinción del convenio con Proactiva para la operación del Relleno Sanitario, si bien puede catalogarse como fuerte, la realidad es que traerá mucho mayor bienestar social y ambiental a la región.

“No me gusta hablar de partidos políticos pero esta decisión es un bien para la ciudad, no importa el color de quien la haya tomado, tenemos que pensar ya como ciudadanía y no como partido político, todos vivimos en Xalapa y todos tenemos la problemática, los problemas de salud pública son para todos, si no llega a controlarse seguirá expandiéndose y llegará a ser un problema grande”.

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