Hoteles, restaurantes, mueblerías, agencias de autos y bares, son algunos de los establecimientos de mayor tradición y abolengo en Xalapa que luego de muchos años de estar en funcionamiento se vieron obligados a cerrar sus puertas derivado de la pandemia por Covid-19.
Destacan entre los lugares reconocidos y de tradición el Hotel Plaza, uno de los más antiguos de esta capital, construido aproximadamente en 1910, que dejó de prestar sus servicios desde julio del año pasado ante la crisis económica provocada por la pandemia del coronavirus.
A ese se sumaron muchos otros como Hotel Posada Xallapan, Hotel Miradores, Hotel Centro, Hotel Real de Juárez cuyos dueños decidieron suspender su operación por la situación económica. Otro tradicional lugar que cerró sus puertas fue el restaurante “Las Coronelas” en julio del año pasado luego de 22 años de servicio.
Ese restaurante estaba ubicado en la congregación Las Trancas, mismo que abrió sus puertas el 21 de marzo de 1998 con su propietario, Ernesto Aguilar Yarmuch. En la zona de El Dique se dio el cierre del bar La Caña luego de 11 años de servicio, lo que también causó conmoción entre población xalapeña en junio de 2020.
“Después de 11 años de compartir sabores y saberes, hemos concluido nuestro ciclo. La Caña se despide sabiendo que sin ustedes no lo hubiéramos logrado. Agradeciendo siempre su compañía. Los vamos a extrañar”, escribieron en una publicación en redes sociales. En la avenida 20 de Noviembre, cerraron la vinatería Magadán, así como Los bisquets de Obregón; también el restaurante de mariscos La ostra y la sombrerería Moyano.
En la zona de las grandes tiendas sobresalió el cierre del restaurante El Portón, que se encontraba ubicado a un lado de Sams sobre la avenida Lázaro Cárdenas. Otro restaurante que cerró fue el de las Espadas Do Brasil que se ubicaba en la avenida Primero de Mayo, casi esquina con Ruiz Cortines.
Se suman la muebleria Crediland ubicada en la avenida Ávila Camacho que suspendió sus servicios, así como la zapatería Cindirella, con 28 años en el mercado, ubicada en Juan Soto casi esquina con Zamora, se replegó a la mitad del local y junto abrió una panadería.
En la plazuela de Xallitic cerró una cafetería y diversas cocinas económicas que se encontraban sobre la calle Madero. En la plaza gastronómica San José otros comercios también bajaron sus cortinas.
Asimismo, y aunque quizá con menor tradición, concluyó su funcionamiento la joyería que se ubicaba en la esquina de Juárez y Carrillo Puerto; en Enríquez desapareció una tienda de bisutería y ahora hay una de donas.
La sucursal de la agencia de autos Nissan ubicada en la avenida Xalapa cerró una parte derivado de la contingencia y un restaurante TOKS de la avenida Lázaro Cárdenas. Se suman diversas sucursales de Farmacias del Ahorro como la que se ubicaba en la avenida Ávila Camacho, así como una sucursal de BBVA en Ávila Camacho y un office de Plaza Xanat.
En la plaza Américas han cerrado cerca de seis negocios, entre los que se encuentran Mr. Tenis, algunos cafés, joyerías y establecimientos de ropa. En la plaza San Marcos también cerró el café Don Justo y el restaurante Racó den Perot.
La crisis no es nueva, aunque de acuerdo con el sector empresarial la pandemia la recrudeció, y es que, en 2019, uno de los casos más significativos de esta crisis concluyó con el cierre definitivo de la mueblería La Económica, ubicada también en pleno centro de la ciudad.
LA MERCED TAMPOCO RESISTIÓ LA CRISIS
VERACRUZ, Ver.- Obligados por la crisis económica que derivó la pandemia del Covid-19, al menos 100 establecimientos desde hoteles, cafés, bares, torterías zapaterías y papelerías en el puerto de Veracruz tuvieron que cerrar sus cortinas de manera definitiva.
De acuerdo con el presidente de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) delegación Veracruz, José Antonio Mendoza, durante el 2020 en los inicios de la pandemia se presentó el cierre de alrededor de 4 mil negocios de los cuáles solo 400 lograron reponerse en el primer semestre del 2021 y otros más esperarían que se controlara el virus para abrir cortinas al público.
Sin embargo, cerca de 100 anunciaron su cierre definitivo debido a que la crisis los dejó sin posibilidad de reincorporarse a la nueva normalidad. Entre algunos fue el tradicional Café de la Merced que se acercaba a sus 60 años cuando en junio del 2020 anunció su cierre porque no pudo soportar el embate de la pandemia del Covid-19.
En agosto Luis Gandarela, dueño del restaurante Bar-Palacio, ubicado en la zona de Los Portales de Veracruz también anunció su cierre debido a la crisis económica que estaba enfrentando con los pagos de la renta de local, de servicios, impuestos, nómina y pocas ventas.
El Bar Noche Buena ubicado en el primer cuadro de la ciudad cerró hace unos meses también por la pandemia.
El café Songvely´s ubicado en el callejón de La Lagunilla en pleno corazón de la ciudad que se convirtió en punto de reunión de funcionarios priistas dado que el dueño era un exregidor también cerró sus puertas durante la pandemia y no volvió a abrir.
Las llamadas Tortas Perico que en un principio se ubicaban en la avenida Prim y posteriormente pasaron a Xicoténcatl también cerraron hace unos días por la crisis después de una historia de más de 25 años.
Negocios de zapaterías y ropa que tenían varias sucursales tuvieron que cerrar algunas y con ello despedir gente por falta de liquidez para pagar renta y sueldos.
Miguel Salvador Rodríguez recordó que antes de la pandemia también se presentó el cierre de negocios como El Tigre de Deportes, La Gran Sociedad, la papelería la Escolar; empresas veracruzanas que pese al prestigio cayeron en crisis debido a la mala administración de sus antecesores.
“Considero que en algunos casos se debe a la mala administración, algunos lugares emblemáticos y de historia fueron fundados por los abuelos o padres y los hijos que tienen estudios o se dedican a otras cosas no sacan adelante el negocio, lo dejan perder, eso pasó con el Tigre de Deportes la hija al parecer se casó, se fue a vivir a otro lado y ya no fue lo mismo y obvio también la pandemia generó muchos problemas financieros”, dijo Salvador Rodríguez.
Con información de Ingrid Ruiz | Diario de Xalapa
SE PIERDEN NEGOCIOS DE ABOLENGO
ORIZABA, Ver.- La crisis económica derivada de la pandemia, las altas rentas y la falta de ingresos por la baja demanda de sus servicios o productos, provocó que algunos reconocidos negocios que han operado durante décadas, cerraron sus puertas en los últimos 16 meses.
Tal fue el caso de la tienda de ropa “La Cigüeña”, negocio de abolengo que desde que su propietario Humberto Ochoa Sánchez lo abrió en 1947 se mantuvo en el gusto de las familias de Orizaba hasta que cerró a finales de enero de este año, porque la crisis que ocasionó la pandemia no se va a superar durante varios años, subrayó María Teresa Ochoa Albrand, propietaria del negocio familiar, herencia de abuelos y padres.
El reconocido restaurante Montealbán que se ubicó por muchos años en Poniente 7, en la Avenida principal de la ciudad también cerró sus puertas. Familias que frecuentaban el negocio dijeron extrañar los deliciosos platillos que ahí preparaban.
Algunos recuerdan que el lugar era frecuentado por los licuados y malteadas que hacían, entre ellas la malteada de limón, “era una delicia, no la he probado en ningún otro lado”, dice el señor Emilio Gómez. Otro lugar que ya se había posicionado entre la población era la sucursal de reconocida tienda de telas, que se ubicaba en la avenida Madero, que era muy frecuentada por su ubicación. El edificio ahora es remodelado para albergar a otro con otro giro comercial.
En Córdoba también la sucursal más antigua del conocido restaurante Quick Lunch que permaneció por más de 50 años en el centro de esa ciudad y fue trasladado a otro punto de la ciudad, a un local más económico.
Con información de Mayra Figueiras | El Sol de Orizaba