Orizaba, Ver.- David Domínguez Ferráez, desarrollador de vivienda en la región, dijo que se desplomó la construcción de casas habitación en el valle de Orizaba.
De enero a la fecha, con la pandemia e incluso desde antes, decreció un 60% la edificación de viviendas. Ni siquiera quienes tienen un crédito autorizado quieren aplicarlo, porque tienen miedo de perder su empleo o que disminuyan sus ingresos salariales.
“El obrero no quiere adquirir la casa por miedo a lo que suceda en el futuro. Hay quien ya tiene el crédito aprobado, con capacidad financiera, pero decide esperar por no saber qué va a pasar en la empresa donde labora”, dijo.
Indicó que el panorama para los desarrolladores de vivienda no es nada halagador por el aumento del precio del dólar y el alza a los materiales de construcción, lo que provocará un incremento en el costo de las casas habitación.
Aparte de que las constructoras enfrentan créditos y nóminas qué pagar, lo que provoca una contracción económica impresionante, abundó.
Domínguez Ferráez señaló, en contraparte, que la ciudad de Orizaba se quedó sin reserva territorial, por lo que aun cuando el trabajador quisiera adquirir un predio o vivienda, esto ya resulta imposible.
Reconoció que el municipio ya no tiene terrenos y obtenerlos es complicado, donde hay es los municipios circunvecinos como Río Blanco, Mariano Escobedo, Santa Ana, Ixtaczoquitlán, que tienen reserva territorial, pero la gente quiere vivir en Orizaba, donde existen mejores servicios y seguridad.
Finalmente, apuntó que los constructores buscan áreas alrededor de la ciudad para crecer como área metropolitana.