Xalapa, igual que Monterrey y Ciudad de México, ya es pionera en la adquisición de tecnología avanzada de Tomografía Sónica Forestal (TSF) para evaluar la salud de los árboles, su estabilidad y los niveles de riesgo que pueden tener en las zonas urbanas, celebra el biólogo Aníbal Ramírez Soto.
El director de la Red de Viveros de Biodiversidad (REVIVE)da a conocer que la asociación civil adquirió ya el equipo con el cual se podrá dar un manejo adecuado a los árboles de acuerdo con su estado de salud.
Uno de sus principales intereses es hacer esta medición al “Árbol” de la Plazuela del Carbón, en la calle Revolución, por lo que, dice, ya envió oficio a las autoridades locales y está a la espera de una respuesta favorable; por tratarse de un emblema social, ofrece el servicio sin costo.
Ante la creciente participación ciudadana por la defensa de los árboles, opina que la TSF permitirá tener información objetiva y científica tanto de un árbol sano como de por qué otro tendría que ser podado o incluso removido.
“Nos interesa mucho que las autoridades también entiendan la importancia de trabajar con las organizaciones para que complementemos sus actividades, la ciudadanía cuente con la información y pueda opinar con fundamento”, declara en entrevista.
Con estos estudios, añade, es posible prevenir accidentes y darles un manejo adecuado a los árboles según su estado de salud, cuidando a los sanos, tratando a los árboles con problemas y removiendo a tiempo aquellos que puedan representar un peligro.
Así, indica, en caso de ser necesario, se podrá sustituir a tiempo a aquellos que estén sufriendo y ya no estén prestando servicios ambientales importantes para dar oportunidad de espacios vacantes para reforestar la ciudad con nuevos árboles de especies nativas.
“Hay que hacerlo con los árboles correctos, según el área; no poner una haya en una banqueta chica o una palma diminuta en un espacio grande donde podría estar un olmo monumental”.
Puntualiza que es común que algunos árboles dañen la infraestructura o incluso causen pérdidas de vidas humanas por no prever la estabilidad y hacerles un manejo adecuado.
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“Buscamos reverdecer las ciudades, hacerlas más frescas y hacerlas más sensibles socialmente, en el entendido de que los espacios verdes proporcionan lugares de convivencia social y donde podemos pasar más tiempo en una comunicación más humana, no tan digital”, expone.
Rememora que Xalapa cuenta con un alto índice de vista verde -23 por ciento-, sin embargo, su verdor es una herencia de gobernantes que eran asertivos, como Hernández Ochoa, quien dejó espacios suficientemente amplios para los árboles.
Como se viene desarrollando el arbolado urbano, observa que cada vez se deja menos espacio y se buscan especies más chiquitas, porque resultado de algunas malas decisiones ha habido accidentes y, desafortunadamente, ha habido algunas pérdidas de vida.
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Parte de este manejo del arbolado, dice, se ha venido haciendo de una forma técnica, pero con pocas herramientas objetivas para diagnosticar la salud de los árboles.
¿Qué hace un tomógrafo sónico?
Al ahondar en el tomógrafo, explica que su función es emitir ondas de sonido a través de la sección de un árbol; mediante la interconexión de las ondas de sonido que llegan a una computadora, se establece una interpolación, un mapa, de cómo está por dentro y cómo regresa y se interconecta el sonido entre los sensores.
“Esto permite ver la calidad de la madera, cuando hay muerta, en decadencia y viva. A partir de estos elementos se hace un análisis rádix; básicamente es con los mismos sensores y un martillo especial; se mapea alrededor del árbol e incluso se puede ver hasta 20 metros lejos del árbol la longitud de la raíz y ubicar dónde está”.
Detalla que es posible ver debajo del cemento o de las piedras, y de esta manera cuando se vaya a tomar una decisión de dónde pasar una calle o si se va a hacer un corte con una máquina, considerar que ahí están las raíces; “gran parte de las muertes del arbolado urbano tienen que ver con la mutilación de las raíces”, señala.
A partir del rádix y del corte, detalla, se utiliza un software biomecánico en el cual se puede calcular con bastante precisión la estabilidad de ese árbol, el riesgo actual y hacia dónde está, incluso si se va a caer por los vientos, y dar las recomendaciones necesarias.
Pioneros
Como una gran ventaja describe el biólogo esta herramienta que por primera vez se está aplicando en el sureste mexicano. Aunque ya hay en Monterrey y Ciudad de México, esos tomógrafos no mapean las raíces.
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Aníbal Ramírez Soto llama a la participación activa de la población para que se involucre en cuidar los árboles “porque son públicos”. Cuando vean un árbol que pueda representar un riesgo, exhorta a contactar a las autoridades municipales, a Ecología o a Protección Civil para solicitar los estudios. También convoca a visitar la página https://revivemx.org.