El cambio climático y el uso indiscriminado de plaguicidas y agroquímicos están poniendo en serio riesgo la vida de las abejas y por ende de la humanidad, alertaron especialistas veracruzanos.
Y es que, aseguran que la pérdida de estos animales implica no solo dejar de tener miel y los derivados de la colmena sino también implica perder la mayoría de los alimentos que consumimos ya que cerca del 75% de los cultivos alimentarios son polinizadas por abejas y el 85% de las plantas dependen directa o indirectamente de ellas.
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Dieron a conocer que efectos negativos como la muerte masiva de abejas, la disminución de su tiempo de vida o la baja en la producción de miel ya se han comenzado a presentar en varias zonas de la entidad. Estos daños son atribuibles a efectos del cambio climático como la sequía o las lluvias intensas pero también podrían ser consecuencia del uso indiscriminado y desregulado de productos químicos en los cultivos de los que se abastecen las abejas.
¿Por qué México produce menos miel?
Veracruz se ubica en el quinto lugar de producción de miel en el país, con 4 mil 798 toneladas al año. Sin embargo, en los últimos años la cantidad de miel que se produce ha disminuido considerablemente. En Teocelo -uno de los 21 municipios productores de miel-, apicultores han denunciado que la tala inmoderada y los efectos del cambio climático en se ha mermado la producción de miel en casi 5 toneladas al año.
José Juan Pale Lara, presidente de la Organización de Criadores de la Abeja Reina en México y propietario de la empresa “Palajos” asentada en este municipio, reconoció que la sequía combinada con las lluvias torrenciales y “a destiempo” ha traído consigo la muerte de abejas en muchas zonas. Indicó que, aunque la principal afectación la registraron los estados del norte del país, en Veracruz también hubo daños importantes.
“La temporada de primavera en algunas zonas fue de abundante agua, hablando de cítricos la producción de miel fue de media a escasa. Ahorita estamos saliendo de la miel de los manglares en donde también la lluvia llegó muy temprano y la producción estuvo de media a baja. En contraparte, aquí en la zona de los cafetales la producción estuvo muy buena porque estuvo muy seco”, explica.
Pale Lara, quien encabeza el Centro de Educación, Investigación y Mejoramiento Genético de Abejas (Ceimega), denunció que otra de las causas de la mortalidad de las abejas y de la disminución de la producción y tiempo de vida de las mismas es el uso de pesticidas y agroquímicos en los campos de cultivos.
Señaló que este problema es más evidente en los cafetales y plantíos de cítricos en donde anteriormente no se usaban estos productos y que ahora son fundamentales para que la cosecha no se caiga. Añadió que no sólo se trata del uso de agroquímicos sino el hecho de que muchos de ellos son altamente tóxicos al grado de estar prohibidos en otros países o regiones del mundo.
“Esto ha hecho que las abejas hayan perdido capacidad de producción y se haya alterado su capacidad de vuelo, les causa problemas de orientación y de coordinación y también hacen que el tiempo de vida también se acorte (...) Ya se ha hecho mención a las instituciones gubernamentales encargadas de ello y pues aunque no han hecho caso omiso no le han dado la importancia que tiene el problema”, denuncia.
¿Cuánta miel es adulterada en Veracruz?
Para el apicultor, otro de los problemas que se enfrentan quienes comercializan la miel y sus derivados es la falsificación de este producto. Y es que, reconoció que cifras oficiales apuntan que cerca de un 60 por ciento de la miel que se consume en el país es adulterada y apuntó que en Veracruz el porcentaje podría ser mayor.
Señaló que aunque actualmente no existe una fórmula para estar seguros que la miel que se consume es real, lo ideal es acudir de manera directa con los apicultores registrados y comprar el producto con ellos. “Hicimos un análisis con algunos amigos y encontramos que mucha de la miel que se vende en la zona de Coatepec y Xalapa es adulterada. Aunque no hay una fórmula secreta para saber cuál sí y cuál no lo recomendable es comprar con algún apicultor directamente”.
En ese sentido, el presidente de la Organización de Criadores de la Abeja Reina en México adelantó que ya se trabaja en la conformación de un consejo regulador de la miel que tenga a su vez un holograma certificado que avale a la miel pura.
Señaló que se espera que el sello de “Pura Miel” pueda ser el mecanismo que avala la autenticidad del producto de tal suerte que la población que acuda a supermercados o establecimientos pueda estar segura de que la miel que consume se encuentra certificada tras haber pasado por un trabajo de investigación y desarrollo tecnológico.
En medio de este panorama, el productor veracruzano reconoció que la pandemia del Covid-19 trajo consigo un aumento significativo en las ventas de miel y sus derivados. Expuso que de manera personal, en la tienda de productos que encabeza, la venta de miel aumentó de entre un 50 a un 70%.
En el caso del propóleo las cifras fueron más drásticas ya que se calcula que se vendió hasta en un 200 por ciento más. Dio a conocer que estas ventas permitieron hacerle frente a los incrementos de precio en los insumos necesarios para la producción de miel y derivados.
Hablar de abejas es hablar de la vida: Investigadora
María Reyna Hernández Colorado, investigadora de tiempo completo del Centro de Investigaciones Tropicales (Citro) de la Universidad Veracruzana asegura que la falta de formas y medios de protección de las abejas podría deberse al hecho de que no se ha difundido lo suficiente la importancia que tienen las abejas en nuestra vida. “Hablar de abeja es hablar de la vida”, destaca.
Explica que todas las casi 30 mil especies de abejas que existen en el mundo son polinizadores naturales por lo que con su ausencia no solo se acabaría la miel y los derivados de la colmena sino que la pérdida sería mucho mayor. “Deja tu la miel, no vamos a tener todos los cultivos de los cuales depende su existencia de la polinización por abejas. Se dice que el 75% de los cultivos alimentarios son polinizados por abejas y el 85% de las plantas dependen directa o indirectamente de las abejas”, dijo.
Actualmente, explica la especialista, el cambio climático constituye el riesgo más visible para la vida de estos animales. Explica que hay elementos claves para la subsistencia de las abejas: uno de ellos es el agua y los otros son el néctar y el polen. Por ello, señala Hernández Colorado, la falta de agua y de flores está poniendo en riesgo su alimentación y por ende, su vida. “Sí no hay alimento, ellas se debilitan y no tienen la suficiente capacidad para hacer el trabajo que generalmente hacen”.
Pero también el aumento en las temperaturas constituye una amenaza para las abejas. Y es que, la investigadora universitaria explica que ellas mantienen su temperatura corporal mediante el aleteo por lo que al haber más calor o frío tienen un mayor consumo de energía para mantenerse vivas.
Dio a conocer que una de las opciones que muchos productores han encontrado ante la falta de alimento ha sido el nutrirlas artificialmente, sin embargo, esto ha resultado contraproducente ya que el resultado del trabajo de las abejas es un producto que tiene consistencia de miel, pero que realmente es agua con azúcar “porque ese es el alimento que se le está proporcionando a las abejas”. “Entonces ya no tiene toda la calidad que la miel debe tener”.
Otra de las amenazas, explica la investigadora, es el uso de productos químicos en los campos de cultivo de los que dependen las abejas. Dio a conocer que uno de estos casos se presentó hace unos meses entre los apicultores de Martínez de la Torre que denunciaron la muerte masiva de abejas en la cosecha de miel de flor de naranjo de hace unos meses, muchos apicultores en Martínez de la Torre se quejaron.
Señaló que aunque en un principio se pensó que la muerte estaba relacionada con el maltrato que se les da a los animales en algunas floraciones, la verdadera causa fue el uso de todos estos productos agroquímicos de manera indiscriminada y sin regulación. Y es que, dio a conocer que en la entidad se carece de un marco legal que garantice que los productos que se usan en el campo no ponen en riesgo la vida de especies como las abejas. “A quienes usan estos productos no le importa si hay cajones de abejas por ahí, no le importa tampoco reportar qué es lo que está haciendo. Nos falta al respecto muchísima normatividad”.
Información a consumidores y apoyos a productores de miel
La investigadora del Centro de Investigaciones Tropicales (Citro) de la UV reconoció que en torno a la miel de abeja existen muchos mitos y desinformación. Señaló que uno de estos mitos es que la miel y el propóleo se debe consumir solo cuando se tiene gripa o en tiempos de Covid-19 lo cual no es del todo cierto ya que se trata de un producto con muchos beneficios y con un carácter más preventivo que correctivo para la salud.
Hernández Colorado señaló que no solo es la escasa información y educación que hay sobre el tema sino también lo mal planteada que está. Y es que, precisa que debe hacerse más difusión de la teoría coevolutiva, a fin de que la sociedad pueda entender que la existencia y la vida tiene una dependencia directa con los demás organismos de los cuales e inclusive se pueden aprender estrategias de vida. “Tenemos que quitarnos esa arrogancia de creer que nosotros somos el centro del planeta y que nosotros tenemos que protegerla. Yo creo que a veces basta con no actuar de más, creo que es mejor entender que si nos quedamos quietecitos ellas solitas pueden hacer lo que les toca”.
Detalla que la miel es un producto recomendado incluso para personas con diabetes.. Sin embargo, reconoce que la adulteración se ha convertido en un problema que sí podría traer riesgos para la salud.
La situación es bien compleja porque también existen mafias de vendedores de miel que la compran pero la adulteran. Entonces tenemos otro problema más
Finalmente, la investigadora de la Universidad Veracruzana reconoce que el abandono en la crianza y producción de abejas es otro problema que está impactando en el sector. Reconoce que aunque no hay cifras oficiales, si se ha abandonado la apicultura debido a que implica un trabajo bien duro, de todos los días y en la mayoría de los casos con poco reconocimiento. “Cuando nosotros tomamos una cucharadita de miel no sabemos que detrás de ella hay un gran trabajo de toda la vida de la abeja y además, el trabajo por parte del apicultor. Es muchísimo trabajo, es algo muy demandante y pues es permanente, de todos los días”.