En el sur de México, Veracruz es el tercer estado con mayor cantidad de personas adultas mayores que viven en condición de discapacidad, situación que incrementa la dificultad para acceder a servicios básicos y una vida digna, revela Omar Bello Chavolla, investigador del Instituto Nacional de Geriatría.
En su participación en el 17º Seminario Anual de Antropología del Envejecimiento, coordinado por la Universidad Veracruzana, llamó a Estado y sociedad a priorizar la atención a este sector de la población.
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“Si el sistema de salud no prioriza la atención de los adultos mayores, no solo cuando ya tienen dependencia sino desde los 40-60 años, que es cuando se empieza a dar el deterioro, en el futuro se agravará el déficit de espacios positivo para la salud del adulto mayor”, advirtió.
El doctor en Medicina por la Universidad Nacional Autónoma de México indica que se debe empezar más temprano el cuidado de la salud y poner énfasis en que quienes desde temprana edad no tienen acceso a servicio de salud, cuando llegan a la edad adulta mayor difícilmente pueden tener acceso a las condiciones necesarias para poder vivir dignamente.
Anota la necesidad de ser empáticos con la vejez, tomando en cuenta que la entidad apunta a un aumento de los adultos y adultos mayores en los próximos años. Oaxaca, Guerrero y Veracruz, detalla, son las entidades donde se pueden encontrar prevalencias de discapacidad de hasta 20 por ciento de adultos mayores, llegando hasta 22 y 25 por ciento.
Puntualiza que si de por sí las personas mayores viven en condiciones de marcada desigualdad, es en quienes viven en condición de discapacidad donde se concentra un problema mayor del cual poco se habla.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía de 2020, expone que en México cerca del 17.9 por ciento de los adultos mayores de 60 años presentan al menos un nivel de discapacidad.
Problemas sensoriales, auditivos, visuales o de memoria dificultan una autonomía para poder llevar a cabo actividades de la vida diaria, dentro e incluso fuera de casa; sin embargo, en condiciones de discapacidad mayores, no solo habla de dificultad sino de incapacidad para vivir solos.
Observa que además de las limitantes para la vida diaria, está aparejado el rezago, pues la mayoría de las veces, la incapacidad está ligada a personas con menor acceso a servicio de salud y el estado de vivienda y alimentación es más deficiente.
El doctor reitera que en el país no existe un sistema de espacios de cuidados a largo plazo, algo que debe ser visto ya, sobre todo cuando personas desde los 50 años ya presentan dificultades para el buen vivir, relacionados con deficiencia de la salud.
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¿Por qué discriminan a adultas y adultos mayores?
Godoleva Rosa Ortiz Viveros, miembro de la Coalición de Pensionistas Independientes del Estado de Veracruz, lamenta la concepción de que los “viejos no aportan a la economía del país y distraen el recurso en pensiones”.
Las personas adultas mayores representan un dispendio y una amenaza a los intereses de los contratadores y es algo que exige análisis y atención, indicó.
La doctora recuerda que a los pensionados les descontaron un porcentaje quincenal de sus salarios durante toda la vida activa y productiva y quienes no alcanzaron derecho a la pensión llevan a cuestas ser los beneficiarios de las pensiones del Bienestar, algo que es mal visto.
Llama a la sociedad y a los patrones a ser más humanos; reprueba que las personas adultas mayores sean vistas como una carga social o una amenaza para la existencia de la humanidad.
“Muchos de los viejos aportamos con nuestro trabajo al desarrollo social, fortalecimos la economía y la producción, abonamos al conocimiento que permitió el desarrollo tecnológico y ahora resulta que somos vistos como personas que no producimos pero sí requerimos grandes cantidades de recursos para su subsistencia”, enfatizó.
