Xalapa, Ver.- La cuaresma es un tiempo propicio para que cada uno reconozca qué es lo que anda mal en la vida de cada quién y se trate de permitir que el espíritu de Dios enderece a cada uno, “de tal forma que podamos ser personas más positivas que buscamos los valores propios de nuestra fe y de nuestra condición humana”, afirmó Hipólito Reyes Larios, arzobispo de Xalapa.
En la Catedral de Xalapa, el prelado indicó que la cuaresma es un tiempo propicio para tener un mayor respeto y atención a la vida humana, para que se trate de vivir plenamente las necesidades de los demás a través de lo que cada uno pueda dar para que cada quien sea más disciplinado en muchas de las cosas que fácilmente el mundo presenta en estos tiempos.
“Nosotros somos testigos de mucha gente que es asesinada en sus casas, en la calle, al salir del banco, tanta gente a la que nos dicen que tal vez son más pecadores que otros, pero que en realidad son víctimas de cosas que vienen de otra maldad y otros proyectos”, refirió.
Destacó que Dios tiene mucha paciencia, a pesar de los pecados, a pesar de las indisciplinas, de las adicciones y aficiones negativas y de todo lo que lleva al mal, de los daños que se ocasionan a otras personas. “Dios nos tiene paciencia, el Señor es sumamente paciente, espera todo el tiempo para que nosotros reaccionemos y siempre llega el momento en que nos damos cuenta de que es tiempo de cambiar”, dijo.